CAP. 19

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¿Que pasó anoche?

Los brazos me duelen y la cabeza me está reventando, la pelvis también me duele por la follada que di anoche y mis ojos caen en la sala poco conocida.

_¿Cómo diablos llegué aquí?.

Veo que estamos en la casa de mi hermano, Robert duerme con un pies en la cintura de mi hermano desde el piso, ángel está en los muebles, Paulina se dejó caer en el piso, yo estoy en el otro extremo de los muebles, tío Andrés está debajo de la mesa y Maritza tirada en medio de la sala camino a la cocina, Erick está arriba de la mesa y yo solo pregunto cómo diablos paso esto.

¿Cómo llegamos a dormir así?.

Todos están en un profundo sueño y me pregunto que tomamos para dejarnos en esta posición, me levanto mirando la posición de todos y al primero que despierto es a mi hermano.

El al mirar a su alrededor me miro con cara de que pasó y yo solo me encogí de hombros, desperté a los demás y todos sentíamos la misma sensación.

Se le acabaron las aspirinas a mi madre ya que las tomamos todas y dejamos el refri sin una gota de agua.

_Felicidades Paulina.

Hablo por primera vez en la mañana, encuentro mi teléfono abajo de los muebles y la hora me deja atónita.

_Gracias_ me responde.

_¿Acaso nadie se dio cuenta de que son las 2 de la tarde?.

_No manches.

Erick se toca la cara con frustración y yo me río, tuvo que ser una noche muy buena como para dejarnos así, trato de recordar todo pero es como si se fueron los pensamientos de mi mente.

_Bien, nos vamos a quitar la pesadez de arriba y volvemos en dos horas, Paulina espero que tengas todo preparado.

_Si pero tendrán que venir dentro de unos minutos o si no, no podremos disfrutar de nada.

_Esta bien, vamos nos duchamos y volvemos.

Salimos juntos de la casa y me sorprendo al ver no ver los autos.

_Estan a una cuadra de aquí señora, Erick no quería seguir conduciendo por qué decía que le faltaba un pies.

Me dice un escolta al estar cerca, Erick lo mira extraño como que si no acabará de hablar de el.

Caminamos hasta llegar a los autos y me encuentro con uno de mis tacones, me río si poder contenerlo y nos subimos al auto.

Cuando llegamos a casa Erick se estaciona y yo me bajo, el vestido que tengo está manchado y pensaba que le daria una sorpresa a Erick con las bragas pero terminamos teniendo sexo en un baño público y nisiquiera lo miró, o eso creo que pasó anoche.

Soy la primera en entrar a la casa y la sirvienta ya está preparando la comida subimos juntos a la habitación y tambien al baño.

El mismo quita mi vestido y no me doy cuenta de que no traía bragas, Erick se entra las manos en los bolsillos y saca la tanga roja y la huele.

_Hare una colección.

Me besa el cuello y me sonríe, soy la primera en ducharme mientras Erick habla por llamada. Busco en el armario y me encuentro con los dildos que compre cuando mi ex cuñada me visitaba.

Lo dejo de lado y sin querer tomo el lovense guardándolo en mi bolso Gucci, tengo pensado usarlo después.

Yo ya terminé de vestirme y Erick apenas se está vistiendo, opte por un conjunto en color blanco, es de una diminuta blusa blanca y con una falda larga, lo convino con los tacones negros y el bolso Prada en negro.

Recojo mi cabello en una simple coleta alta y cuando mi teléfono suena lo tomo.

_Dice Paulina que traigas una maleta y que empaques ropas sexis y trajes de baño.

_Ok_ que mi hermano me llame y me diga tal cosa es por qué fue obligado, obedezco tomando la maleta pequeña y agregando vestidos y trajes de baños, que nunca falten los perfumes, los tacones y las prendas.

No se con exactitud a donde voy pero llevo ropa para cada ocasión.

En tiempo récord Erick prepara una maleta también con la ropa que trajo antes de ayer.

Cuando ya estamos en la casa, todos escogen un Lamborghini y se organizan entre todos colocando radios en cada uno para poder comunicarse, preparan armas por si acaso.

_Apostemos dos millones al que llegue primero al aeropuerto_ habla mi hermano abriendo la puerta de su Lamborghini.

_Sabes que nunca digo que no a una apuesta_ me uno al juego.

_Y yo nunca me quedo atrás_ se une tío Andrés.

_Tengo mucho que no hago una carrera_ papá hace acto de presencia y todos juntos incluido Robert planteamos la carrera.

Todos los autos están en fila en la carretera, son exactamente 20 minutos para llegar al aeropuerto y a la velocidad que pienso ir llegaré más o menos en diez.

El motor del Lamborghini ruge cuando lo enciendo, estos son los momentos donde sientes que tú corazón se saldrá.

_Me iré a un resort con esos dos millones_ hablo por el radio para calentar el momento.

Erick a mi lado ajusta su cinturón y con solo su cara me hace reír.

Aquí las reglas son fáciles, el que gane cada uno de los que perdieron tendrán que dar los dos millones exactos.

_Empezamos en 3..2...1.

Aceleró el Lamborghini entrando en la cuidad y rebasando todos los vehículos que veo. Es prácticamente una carrera a muerte, el auto de el tío Andrés se va adelante de mi evitando que vea por dónde voy.

Intento rebasarlo pero mi hermano se centra en pasar por arriba de mi tío, el último es mi papá que solo habla y habla que ganará por la radio y va en el último lugar.

_Esto si es adrenalina maldición!!.

No se cómo debería de sentirse Maritza en este momento con la velocidad que lleva tío Andrés delante mío.

Me desvío de la carretera y aumento la velocidad cuando veo el jet privado a lo lejos, los autos luchan por llegar del otro lado.

_Sabia que no debía dejarte manejar!.

Erick se toca el corazón cuando me adentro en el tránsito esquivando los vehículos sin mirar atrás.

La victoria está justo en mis manos y giro a la derecha cuando entro en el dicho aeropuerto,  y doy un giro haciendo un cero en la carretera, abro la puerta del Lamborghini y me quedo parada esperando los otros autos.

Erick respira agitado y no queda de otra que reír, acepto que sentir ese tipo de adrenalina es muy bueno.

_Dos millones, dos millones, dos millones y valla ya creo que soy millonaria_ digo señalando a todos los autos que se detienen con una sonrisa.

Todos se quejan saliendo de los autos.

_Eso fue trampa, te saliste del camino.

_No fue trampa seguía en carretera.

_Tienes que volver y buscar el alma de Erick.

Todos se ríen al ver lo pálido que está Erick, le sonrío son dulzura tratando de calmarlo pero nisiquiera la mano me da.

Todos juntos subimos al jet privado con las maletas, no se cuánto tiempo saldremos pero estoy segura que vamos a esperar el cumpleaños de mi hermano en el mismo sitio.

Reina de la mafia #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora