Reina de la mafia #3

CAP. 60

Sucesos extraños.

Angela.

_Amor levanté, vamos a buscar leña para la chimenea.

Gruño fustrada enterrando la cara en la almohada.

_Vamos.

Erick me mueve un poco para que me levanté pero estoy demasiado cómoda.

_Nos vamos mañana que hay de importante en reunir leña.

_¿Quieres morir de frío en la noche, ni mi calor te cubrirá completa.

_No quiero_ respondo aún con la cabeza en la almohada.

Soy de las personas que por la mañana la cama le llama más la atención.

Le gritó cuando me alza sacándome de la cama.

_Te odio, solo déjame dormir unos minutos más.

_¿Te das cuenta de la hora?.

Miro la mesita de noche y abro los ojos en sobremanera.

Mi teléfono suena y vuelvo a quejarme por qué como quiera tendría que levantarme, camino hacia el y lo tomo mirando que es una llamada de mi hermano.

_¿Si?.

_Mami.

_Hola mi amor, ¿Cómo estás?.

_Mami, mi tío me quiere llevar a una escuela.

_A una escuela?

_Si pero yo no quiero ir.

_Aver, ¿como que una escuela?

_Si mami, pero yo no quiero ir.

_No te preocupes mi amor ¿Que dices si me pasas a tu tío.

Asiente y luego escucho la voz de ángel.

_¿Entonces quieres llevar a mi hija a una escuela sin hablar conmigo?.

_Calmese señora, es una escuela privada y tú esposo también tuvo algo que ver.

Giro sobre mis talones asesinando a Erick con la mirada.

_No me importa sea lo que sea ángel, sabes perfectamente el peligro que hay afuera y hay es donde entras tu queriendolas llevar a un infierno.

_A esa escuela no van muchos niños, es para que tengan una mejor educación.

_Por que no mejor me las dejas en la casa y contratas un profesor, así aprendimos tu y yo.

_Angela sabes que no es lo mismo, tu cálmate que todo saldrá bien.

_Te juro que si les hacen algo te corto las bolas.

_Y no lo dudo.

Le cuelgo la llamada y miro interrogante a Erick que está recostado en el umbral de la puerta.

_Entonces tomas decisiones sobre mis hijas.

_Para tu información también son mías, no te creas maria pariendo sola.

Lo miro mal y me voy hacia el baño para no perder la cordura.

Me ducho con agua fría y al salir Erick no está en la habitación, no quiero que mis hijas se vallan a ningún lado por qué me he esforzado en llegar hasta aquí y adquirir la poca paz que tengo.

Salgo vestida con un jeans y una blusa sin mangas, me coloque unas converse por qué en ese bosque no puedo esperar más. Mañana partimos, no entiendo la necesidad de buscar leña.