CAP. 69

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Me tienen las manos atadas arriba de mi cabeza, semi desnuda con solo bragas.

Los brazos me duelen por qué no tengo donde apoyarlos más que dejarme caer de la cuerda atada en el techo, la habitación está oscura.

Mi mente divaga y recuerdo la vez que sufrí miles de meses siendo torturada para que sea la esposa de Ethan a las malas.

La cabeza me duele tanto que casi no puedo abrir los ojos bien.

_Hola querida dama, amaneciste bien?.

_¿Que diablos quieres de mi? Maldita rata.

_Nada, solo te pondré a sufrir y luego te mataré, cobraré la muerte de mi hijo.

_Hay querida suegra.

Me río.

_No soy tu maldita suegra!.

_Claro que lo eras.

_Que no!.

_Que si, tengo una suegra muy loca por qué me secuestro exigiendo donde estaba su hijo.

_Me las vas a pagar.

Se va por dónde vino, respiro profundo sin saber que más hacer.

No se cómo salir de aquí por qué me es imposible soltarme si tengo las manos separadas, podría pero no tengo las fuerzas suficientes.

Entra el tal Richard con un cigarrillo en las manos, mi corazón se acelera por qué será la tercera vez que entra a la habitación.

Apaga el cigarrillo en mi vientre y grito de dolor sin poder contenerlo, las lágrimas amenazan con salir pero las retengo aún cuando vuelve a encender el cigarrillo quemando el mismo lugar.

_¿Que harás princesita?

_Matarte.

_Jaja, que gracioso¿Cómo?.

Le da una calada al cigarrillo y me vuelve a quemar con el.

Aprieto los dientes y lo miro con rabia.

_Me dejaron los pies desatados, me apoyaré de las sogas y voy a quebrarte el cuello con las piernas.

Se ríe aumentando mi rabia.

_Quiero ver qué lo intentes.

Sonrió, mis manos toman la soga con fuerza y con un impulso levanto mi cuerpo atrapando su cuello con mis piernas.

Veo rojo cuando escucho su cuello quebrar, suelto su cuerpo y me balanceo una cuantas veces antes de detenerme.

Su cuerpo inerte en el suelo sin vida.

Las horas pasaban y no se si los de afuera piensan que me está torturando, no tengo como salir de aquí y el muy estúpido no trajo nada como para usarlo.

Dos tipos más entran varios minutos después, se apuran a mirar al que está en el piso pero ya es tarde.

_¿Que le hiciste maldita?.

_Lo maté_ me encojo de hombros dándole poca importancia.

_La señora tenía razón puedes matar sin necesidad de armas.

_¿Quieren probar.

Se apuran a cargar al muerto sacándolo de la habitación, como era de esperarse la mujer aparece más enojada de lo normal.

_¿Cómo diablos lo mataste?.

_Aaa obvio no lo dejaría vivo.

Se toma el cabello con rabia y empieza a lanzar groserías.

_Eso me lo cobraré caro.

_En efectivo por favor.

Se larga por dónde vino.

La mayor de mis suertes es que no me han golpeado en el vientre.

No saben que estoy embarazada y si se dan cuenta pueden acabar con mis hijos, muevo las manos en las sogas queriendo salir de aquí.

No he dormido nada, no he comido por qué no me dan de comer.

Las gotas de sudor caen por mi cuello, desesperada por qué alguien aparezca y me saquen de aquí.

Hay una ventana a un lado, se puede ver qué el sol se está ocultando, tengo que salir de aquí o no viviré para contarlo.

.
.

Erick.

Secuestraron a mi mujer, mi esposa tiene dos niños en el vientre.

Respiro profundo tratando de no perder la poca cordura que tengo, secuestraron a mi mujer.

Sonrió.

Secuestraron a mi mujer, un loco lunático secuestro a mi mujer, camino entre los cuerpos muertos en medio de la puerta.

Supo defenderse, pero no logro nada, observo el cargador y la Glo en el piso. Quiso recargar el arma y no le dio tiempo.

Miro las pequeñas gotas de sangre en el piso.

La golpearon.

Estoy viviendo cosas pasadas, como cuando duré años escondido tratando de recuperarme para salir a dar la cara mientras a ella la torturaban.

Vuelvo a salir por la puerta y observo a los dos hombres parados en medio de la sala.

_Secuestraron a Ángela_ sonrió_ ustedes no son los culpables por qué andaban conmigo pero me avisaron muy tarde.

_Lo sentimos mucho señor no sabíamos.

_O no se preocupen, ahora quiero una silla y un jugo de naranja, mi cerebro no funciona si está alterado.

Obedecen trayendo lo que les pido, me siento a esperar por qué no puedo hacer todo a lo loco, la paciencia es una virtud y si quiero lograr algo tengo que ser paciente.

_Los policías no atacaron ¿Por qué?.

_Nos avisaron que Angela dijo que no dispararán.

_Busca mi lista de enemigos, solo un loco igual que yo se pondría a secuestrar a Ángela.

Obedece sacando una tablet.

_Todos están muertos señor excepto uno pero no vive aquí y no sabe del paradero de usted.

_Lo recuerdo, está casi muerto en un hospital por qué le dí una visita mientras estaba de vacaciones.

Si ya tengo todos mis enemigos muertos ¿Entonces quien diablos es?.

_Quiero que sigan el rastro de Ángela, busquen cualquier pista, algo que la lleve hacia ella, no vengan aquí sin una buena noticia o acabaré con ustedes.

_Si señor_ se van.

Respiro profundo y me terminó el vaso de jugo.

Todo en esa habitación es un caos, afuera los camarógrafos lanzan el flash y empiezan hacerles preguntas a mis hombres mientras salen.

Mi teléfono suena y observando el nombre contesto.

_¿O por Dios como está Angela.

_No lo se señora pero estoy haciendo lo posible.

_Por favor salva a mi hija.

_Por supuesto.

_¿Dime qué está bien?

_No lo se con exactitud ángel pero te avisaré cualquier cosa.

_Avisame tu a mi, solo llámame si quieres que yo valla.

_No tienes que venir, puedo con esto.

Me despido de el y camino hacia la habitación, me deshago de mi ropa y me adentro en la ducha.

Si tengo que salvar a mi mujer lo haré pero tengo que ir representable para ella.


Reina de la mafia #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora