Reina de la mafia #3

CAP. 32

Me paseo por la habitación con una copa de vino y un cigarro, me miro en el espejo de cuerpo completo y observo mi figura. Estoy más delgada que antes y mi cabello no ha crecido, la falta de mi esposo me tiene mal.

Le doy una última calada al cigarrillo y salgo de la habitación, encuentro a todos en el salón y sin saludar a nadie tomo la mano del que es ahora mi esposo y juntos salimos de la casa.

Nos subimos solos en una camioneta y el empieza a manejar con los otros detrás, miro adelante sin decir ni una palabra por qué no es que me apetece.

Tengo miles de problemas en la cabeza y tengo a una persona que me ha delatado por varios años, Ethan maneja por la cuidad hasta detenerse en un viejo garaje.

Por dentro es enorme y se ve mejor que por fuera, miro todo como está vacío y cuando pienso preguntar que hacemos aquí Ethan se adelanta, me pasa una ametralladora y la tomo dudosa.

_¿Recuerdas la vez que me dijiste que te querías tomar el clan enemigo_ asiento sin abrir la boca_ es todo tuyo.

Besa mi frente y los escoltas ayudan con el telón que no sabía que estaba allí, miles de hombres se mueven de aquí para allá con armas y no dejo que se preparen empiezo a disparar son una sonrisa ya que es lo único que puedo hacer.

_Te dejo princesa, aquí está la bandera.

Ethan se va no se adónde y yo me muevo con sutileza matando a todos los hombres, coloco la bandera en medio del armamento declarando este clan como mío, enciendo un cigarro de los que Ethan me lanza y doy dos caladas.

_Me sorprendes cariño.

_Te vas a sorprender cuando mate a esa puta con la que te besabas ahora mismo.

_Nena ¿Que dices?.

Todos miran atentos la escena.

Saco una navaja cuando se acerca a mi y puedo sentir como su piel se eriza, sabe que lo puedo matar en cualquier momento pero si no tengo paciencia no haré nada bien.

_Nena eres la mujer más increíble que conozco, corres en tacones y la coleta alta que te hiciste no se dañó cuando asesinadas a esos sujetos, te vez sexis con una ametralladora en la mano.

Lo hago a un lado y lanzo la navaja que con un solo tiro atravesó la cabeza de la mujer con la que se besaba, tengo que hacer todo esto y en verdad no me importa con quién se mete pero todo lo que hago es necesario. Dejo la ametralladora a un lado y lo miro con furia.

Camino con mis tacones altos y tomo el bolso que solté cuando tomé la ametralladora, todos me ven salir y espero con mucha paciencia a Ethan, cuando está dentro me da un beso en la mejilla y comienza a manejar.

Nos detenemos frente a un restaurante y su familia baja de los autos siguiéndonos, tomamos asiento en las mejores mesas y empiezo a ordenar por qué tengo una hambre loca, Ethan me observa cuando la camarera se va y me hago la que no ve nada.

_Amor estás diferente cada día, ya casi ni hablamos.

_Prefieres quedarte con otras mujeres como cuando te quedaste con la peli-negra_ le recuerdo el pasado y me duele, maté a esa puta con un lápiz, me infiltre en su casa y como no tenía nada en manos en su escritorio había un lápiz y le di siete puñaladas en la garganta, disfrute bañarme con su sangre ese día.

_Mi vida eso es pesado.

_Y aún en el presente lo haces.

_Amor yo lo siento_ miro a otro lado con el pecho ardiendo tengo que ignorarlo y tomar el papel de esposa celosa.

_Te lo voy a recompensar, pide lo que quieras.

Esta es la oportunidad que estaba esperando.

_Quiero una casa.

Lo miro maliciosamente mordiendo mi labio.

_Solo una casa.

_Si la quiero solo para mí solita.

_¿Dónde la quieres?.

Le coloco un dedo en su boca con sensualidad indicando silencio lo que quiero decir es que el no sabrá dónde está, yo iré con el dinero que el me dará y lo haré en lo más profundo que ni el se de cuenta, solo yo.

_Eres una niña muy traviesa.

Me guiña un ojo cuando la mesera llega con la comida, pidió una ridícula ensalada vegetariana mientras yo pedí filete.

La risa de su hermana hace que la sangre me hierba por un momento pero no lo dejo saber hablando alegremente con Ethan.

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Camino con mi tacones altos por la cuidad, llegó a mi destino y me adentro por el patio trasero tal y como me enseñaron mis entrenadores, mi conocimiento de soldado no fue en vano.

Mastico el chicle y le cortó la garganta a uno de los hombres que cuidan la casa, ato mi cabello en una cola alta y me adentro a la habitación. La mujer está muy tranquila durmiendo.

Preparo mi navaja y sonrío cuando la entierro en su garganta, muere lentamente con sus manos en su cuello intentando detener el sangrado y sonrío victoriosa por qué acabo de matar a la madre de Ethan.

Salgo afuera y como mismo entre salí.

Me adentro sin que nadie me vea a la habitación y me recuesto esperando con paciencia, saldré de aquí ya sea en vida o en muerte.

Duermo como dos horas y me despierto cuando escucho los llantos afuera, salgo cuando me coloco algo de ropa y veo a mi cuñada llorar desconsoladamente.

Se lanza hacia mi cuando me ve y le hago una seña a Ethan preguntando que pasó, mi cuñada llora y llora y yo sonrío por mis adentros por qué más que nadie se que está pasando.

_Mataron a mamá.

Finjo impresión y abrazo a mi cuñada soltando dos lágrimas que salen de mis ojos tras recordar cómo mataron a Erick, Ethan pagará por todo lo que hizo y juro que yo misma lo haré.