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Katherina

Mi canción favorita de lana del rey inundaba mis tímpanos, recuerdo haber escuchado Young and beautiful por primera vez cuando vi el gran gatsby en 2013. Mi vuelo a Londres estaba a 5 minutos de aterrizar. No había pisado mi país de crianza have 12 años. Nací en Australia y mis padres son rusos, así fue como me asocié a la familia Morgan. Mi difunta madre eran muy amiga de Regina.

—todo en el departamento está listo katherina. —dijo mi asistente sol, una chica alta de cabello castaño y muchas pecas. —podremos ingresar en cualquier momento.

—está bien, aterrizaremos en la central nos anunciaremos y iremos a instalarnos. —respondí

—estoy muerta. —sol alargó la última palabra. Era muy aniñ ada a pesar de tener 19 años.

—muerta te voy a dejar si te sigues quejando. —la amenazo y ella se acomoda en el asiento.

—¿crees que consiga un novio aquí?

—No.

Contesté cortante y fui interrumpida por la voz del piloto, quien nos avisa que ya estamos aterrizando en la pista de la central.

Acomodé mi cabellera corta hasta a los hombros de color azabache. llevaba unos pantalones de cuero con una cintura alta, y un top con mangas largas que hacían juego con los pantalones, un cinturón dorado, un maquillaje suave pero con la resaltación  de mi labial rojo intenso.

Bajé del avión y Alex junta olímpia Müller me esperaban. No dudé y corrí a abrazarlo.

—me da gusto que hayas llegado a salvo Gatita...—Gatita por Kat de katherina, es un tipo de juego de palabras.

—es un gusto verte nuevamente Alex. —le sonríe. —para ti también olímpia. —ella es mi amiga y asistente, Sol Hernández.

—un gusto. —respondieron Alex y la vicepresidenta.

—será mejor que vayamos adentro, ordené que tu oficina fuera alistada de inmediato, también hay que presentarte con la elite y los demás soldados, eres una de sus jefes ahora... —espetó olímpia con una sonrisa pícara.

Marchamos hasta la central y entramos con el mentón en alto, Regina siempre dijo que mantuviera mi mentón en alto, aún si me sentía los más humillada posible.

Con cada paso mi corazón se agitaba recordando a Christopher. Recuerdos vagos volaban a mi, momentos cuando éramos niños, en la academia, con Anthony... pueden llamarme loca, pero olía hasta su perfume en ese momento.

Volví a concentrarme y logré llegar a la sala de reuniones tranquilamente.

Jadeé abruptamente y abrí mis ojos como platos. —¡Gauna!, ¿para donde tan peinado?. —me burlé descaradamente.

—oh-por-Dios...—contestó molesto. —de todas las perras que pudiste traer, ¿te traes a esta?, a la más molesta de todos.

Ignoré su comentario y me giré hacia Alex. —¿porque no me dijiste que gauna,  mi profesor favorito estaba aquí?, a lo mejor le hubiera traído un regalo, ¿una máquina de afeitar tal vez?

—¡me niego!. —gritó Gauna nuevamente. —me niego a pasar por el mismo infierno dos veces.

—¡Hola Patrick! —volví a gritar.

—¡Hola Kathe! —respondió de la misma manera.

—no hay necesidad de gritar. —Alex y olímpia fueron a sus asientos atrayéndome con ellos, sol me siguió y cuando me senté le indiqué que se sentara en mis piernas mientras yo la abrazaba por la cintura.

"DESCARADA" -Christopher Morgan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora