VI

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Salía de la sala de reuniones para irme a mi oficina. Ya todos sabían que roles le tocaban, y yo tenía que ir a empezar mi informe.

—¡comandante! —gritan a mi espalda.

—teniente Lancaster, se le ofrece algo.

—creo que empezamos con el pie izquierdo, me gustaría que me perdonara si alguna vez la ofendí. —dijo con una tierna sonrisa; soy empatica, se cuando las personas muestran un ser para su conveniencia.

—no te preocupes, discúlpame tú a mi si dije algo que no debía. —respondí de la misma manera, falsamente.

—¿la puedo acompañar a su oficina?, me gustaría hablar con usted

Inhalé. —claro...

Se posicionó a mi lado y empezamos a caminar.

—me e dado cuenta de que eres muy cercana a los Morgan. —pausó. —¿puedo tutearla cierto?

—te daré el placer de hacerlo, adelante.

—como decía, eres muy cercana a los Morgan, ya debe haberse enterado de que el Coronel me elegido como su compañera en la campaña. —apretaba los ojos tratando de calmarme.

—si, muchas felicidades.

—gracias, pero también debió haberse enterado de que Christopher y yo comenzamos una relación. —asentí apretando los dientes. —nunca me lo imagine, fue tan espontáneo, pero creo que siempre hubo esa chispa entre nosotros dos. A lo mejor nos casaremos muy pronto...

—teniente, ¿a que quiere llegar con esto? —le pregunto frustrada y harta de su parloteo.

—no se enoje, se que tuvieron algo hace tiempo, y que es una muy gran amiga de él, por eso quería ofrecerle que fuera una de mis damas de honor.

¡Dama de honor!, pero esta perra que tiene en la cabeza. Alex no tiene ni dos días de haberle propuesto ser la vicepresidenta y ya está planificando una vida entera.

—¡Gema si yo fuera tu no tiraría piedras teniendo el techo de vidrio!, no creas que porque te puedes llegar a casar con el Coronel puedes verme la cara. —le escupí con los celos en el cielo. —quítate la máscara, y no juegues conmigo.

—Solo le ofrecí un trato y una posición importante en mi compromiso, como la futura señora Morgan no tiene derecho a hablar así.

Los murmullos de las personas se escuchaban por toda la cafetería, muchos de mis conocidos estaban allí, tales como Patrick, Simon, parker, Luisa, Alexandra, Christopher, el mismo ministro, y Regina que venía a visitarlo varias veces.

—esa es la diferencia entre tú y yo, yo no necesito el apellido de ningún hombre como para ser importante, o para ser respetada, con el mío basta y queda para que te cuelgues de mi sobras. —su amiga Liz se acercaba a nosotras cada vez más, para ese entonces todas las miradas estaban en nuestra discusión. —además, yo no tengo que chuparle la polla a nadie para escalar posiciones, conoce tu lugar, que es y siempre será el más bajo, aún si eres teniente, Vice Presidenta, o la ¡puta reina de Inglaterra!, nunca serás como yo, y eso es lo que te matará poco a poco.

Me di la vuelta para seguir mi camino.

—¡ah!, y con respecto a tu propuesto, ¡claro que acepto ser tu dama! —grité con el mentón en alto y si mirar atrás.

Christopher

La escena entre Gema y katherina fue el espectáculo del día. No me metí, sólo dejé que Gema se quemara sola.

—Mierda...—susurra Patrick. —si yo fuera Gema no pisaría la central nunca más, después de tal humillación, ¡hasta el nombre me cambio!

—vez lo que sucede cuando le das un poco de posición a una cualquiera. —espeta Regina. —agradezco que a la mujer que intento pisotear fue mi katherina, la eduqué para que no se dejara de nadie, ¡ya vez!, ella si vale la pena de llevar nuestro apellido, no esa...—señala por el lugar donde se fue Gema. —ni mucho menos esta. —esta vez señala a Rachel y ella baja la cabeza. —la que se fue callando a todos a su alrededor la única digna de sucederme, la única digna de pertenecer a mi familia.

Regina agarra su bolso y sale de la cafetería con Alex detrás.

—a tu abuela le agrada mucho katherina no...—dice Parker removiendo su café.

—ni te imaginas, la quiera más a ella que lo que me quiere a mi, o Alex, bueno aunque a mi me importa una mierda.

—¿y usted que opina de todo esto Coronel? —pregunta Brenda al lado de Parker.

—¿que opinó de que?

—¿cual es su bando en esta pelea?

Entrecerré mis ojos y la miré. —no responderé eso, ¿para que?, para que vayas y le cuentes puras pendejadas a katherina y al día siguiente sea yo el que tenga la reputación y el autoestima por los suelos, no gracias vuelve el sábado.

Salí de la cafetería para irme donde Kat, conociéndola debe de estar meditando. No negaré que me encanto verla barrer el piso con Gema, en ese momento solo podía pensar que esa es la mujer que yo necesito todos los días gimiendo bajo mis sábanas.

Rachel

Todos en la mesa reían por lo de katherina, yo no podía sentirme mas humillada, no tanto como Gema, pero lo que dijo Regina Morgan me afectó. Estaba segura de que Christopher y yo tendríamos algo. Dejé todo por el, a bratt, el respeto de mi madre, mi reputación como teniente, todo por un hijo de puta que no me valoró.

Hace días que no tengo ganas de nada, ni de comer, ni hablar. Stephan siempre trata de que me sienta mejor pero se me es imposible, no se como calmar esta agonía llamada Christopher Morgan.

"DESCARADA" -Christopher Morgan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora