"DESCARADA" -Christopher Morgan

XXVII

—llegó esta mañana —dice reece recostado en el marco de la puerta. —se pasó todo el día con ellos, se bebió sus copas y de durmió hace poco.

—¿porque no me lo dijiste cuando llegué?

—quería ver tu cara de sorpresa.

...

Horas antes...

Christopher

—con amigos como ustedes, para que enemigos. —entro a la sala de reuniones donde estaban Alex y sus cómplices. —traicioneros...

—¿puedo gritar? —pregunta Patrick con una sonrisa. —¡Ahh!

—¿hasta tu Sara?

—no juegues esa carta conmigo. —responde la mujer al lado del ministro.

—¿que está pasando? —pregunta Gema.

—ay gemita —Patrick se burla —lo qué pasa es que se te adelantaron .

—¿a que te refieres?

—yo me tengo que ir —interrumpo. —hijos de puta todos...

...

Estaba agobiado, estresado, ¿emocionado? El hecho de que tenga dos niños no es ningún sueño cumplido, pero sigue siendo algo emocionante.

Le ordené a la azafata que me trajera una botella de whiskey.

—aquí tiene señor. —notó como trae el uniforme más escotado de como cuando se fue. Su presencia se acerca más a la mía y trate de tomarme por los hombros, me incomoda y mucho... —puedo ayudarlo con su estrés.

—estoy casado y con dos hijos, por favor vete.

—señor.

—¿aprecias tu trabajo? —le digo sin mirarla, con desinterés y ella retrocede. —exacto, retírate.

...

Reconozco bastante bien el hogar de reece. Y Aún tengo la botella en la mano.

—vuelvan —le digo al copiloto —yo programare el próximo vuelo para cuando regrese.

No había dado dos pasos cuando reece se encuentra en frente mío. —el premio al traicionero del año se lo lleva...

—muñequito...—musita. —dame un abrazo si.

—¡no me toques!

A Reece le importa una mierda mis palabras me aprieta el cuerpo y trato de zafármelo pero me resulta imposible.

—¿vienes borracho? —pregunta reece soltándome de su agarre —a ella no le gustara.

—¿ella?, ¿que es ella?, ¿katherina esta aquí?

Reece sonríe gritando el nombre de una mujer. —¡Natasha! Baja cariño, tu papá es aquí...

Retrocedo unos pasos procesando las palabras de Chris. —en nuestra familia sólo hay niños...—susurro. —¡imposible!

—¡Natasha! —vuelve a gritar reece.

—la misma que viste y calza. —una niña alta, de cabello negro adornado por una diadema de cristales, ojos grises y vívidos. Siento una punzada en la garganta en cuanto nuestros ojos se cruzan.

—¿papá ? —susurra. —¡es mi papá?

La Niña corre hacia me apresuro a tomarla en brazos cargándola, aún manteniendo algo de distancia y mi car confundida.