VII

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Katherina

Estampo la puerta con fuerza y empiezo a caminar hacia mi escritorio. Los celos me ganaron. A pesar de todo no tenía porque hablarle así a gema, no me iba a disculpar ni mucho menos, aún así tengo remordimiento. Sigo de espaldas del escritorio cuando escucha la puerta abrirse otra vez.

—comandante. —escucho la ronca y sexy voz del Coronel.

—vete Christopher estoy ocupada. —tomó asiento y enciendo la laptop para empezar mi informe acerca de la iglesia. Christopher parece ignorar mis palabras porque me persigue y rodea mi cuello con sus manos.

—me tienes con la polla dura nena. —susurra en mi oído y cierro mis ojos sintiendo cosquillas por todo mi ser, en especial mi coño.

En un movimiento estratégico mi levanta de mi silla y me carga sobre él. Enrollo mis piernas en su cintura para devorar su boca, que tanto me hacía falta. Christopher responde a mis besos y me deja en el escritorio. Empieza a retirar mi camiseta al igual mi sostén, y de mi cuello baja a pechos.

—¿cerraste la puerta? —le preguntó entre jadeos y quitando su cinturón.

—claro que si, no soy idiota. —deja el diálogo para recostarme en el escritorio y empezar a embestirme. Con cada estancada siento como si de verdad me amase. Christopher es la persona más incomprensible de esta tierra. A veces actúa como si le importas, y otra veces como si eres una más del montón.

—prométeme que nunca más te volverás a ir...—dice susurrando en mi labios.

Araño su espalda cuando me penetra con fuerza. —lo prometo, finalicé con un gemido.

—Dilo.

Agitada lo besó para decirle. —te amo Chris.

Intento contener el orgasmo y después de tres placenteras embestidas acabamos al unísono. Jadeantes mi recuesto en su pecho si sacar su polla de mi. Me gusta sentirme llena de él.

Tres golpes en la puerta nos sacan de nuestra paz.

—¡carajo! —musita el Coronel. —quien sea, juro que lo mataré.

—no matarás a nadie y cállate. —me apresuro a vestirme al igual que Christopher. —¿quien es?

—¡soy Brenda comandante!

—maldita perra arruina momentos. —Christopher maldice arreglando su uniforme.

Me acerco a la puerta dejando pasar a Brenda y Christopher sale sin saludar.

—perdón,  no quería interrumpir. —se disculpa Brenda.

—no está bien, solo estábamos arreglando algunas cosas.

Brenda se sienta al frente de mi escritorio y yo paralela a ella.

—dos cosas comandante. —dice Brenda con una bella sonrisa. —como le quitó la máscara a gema, fue una puta joya, créame, todas queríamos hacer eso hace mucho tiempo. —yo reí y bajé mi cabeza. —...y mi hijo harry cumple tres años el fin de semana, quería invitarla a mi casa para que estuviera con nosotros y compartir un buen rato.

—claro que si, allí estaré. —el sonido de mi teléfono nos interrumpió. —un momento...—ella sintió y tomé la llamada.

—¿quien habla?

strega...—responden en Italiano. —¿como haz estado?

—¿quien diablos es?

—tu rey favorito, Antoni Mascherano.

Tensó mi cuerpo y resoplo. —¿que quieres?

—me comentaron que entraste a la FEMF nuevamente.

—¿algún problema? —volteo para ver a Brenda rápidamente.

—No, pero te quiero encargar algo.

—¿a si? —preguntó con sarcasmo.

—mi esposa Rachel James es tu soldado, y hay personas que están detrás de ella, como tu ex novio Christopher Morgan. —aprieto los labios y cierro los ojos con la noticia. —¿porqué si sabes que el está obsesionado con mi mujer no es así? —no respondo. —la busco en nuestra plena boda, y me la arrebató.

—lo lamento...

—katherina quiero que me vengas a ver aquí...

—No, y tengo que colgar adiós.

—no te atrevas a...

No lo dejé terminar, colgué frustrada.

—Brenda.

—si

—¿cuantos años llevas en esta central? —preguntó acercándome a ella.

—como 5 años, mucho tiempo la verdad.

—ven conmigo. —salgo de la oficina con Brenda detrás. En los pasillos nos encontramos a Alexandra y a Laila.

—tu también Alexandra ven conmigo.

Las dos me siguieron y salimos de la central.

—¿pasó algo? —pregunta Alexandra.

—solo sígame.

Llegamos a un café cercano a la central.

—pidan lo que quieran, yo pago. —ofrezco.

—no estoy bien Gracias, sólo que si quiero es saber, qué pasa. —dice Brenda.

me siento delante de ellas. —quiero que me digan todo.

—¿de que hablas kathe? —Alexandra toma mis manos y la une.

—¿Rachel James tiene una relación con Christopher?

Brenda y Alexandra se miran entre sí con complicidad.

—bueno ellos tuvieron lo suyo...—contesta Brenda.

—solo follaban...—se apresura a decir Alexandra. —nada importante...

Veo el miedo en sus ojos, Alexandra me conoce, y conoce hasta donde puedo llegar.

—bien..., ¿alguien más?

Vuelven a mirarse. —Angela Klein. —dicen al unísono.

Entrecierro los ojos y aprieto los nudillos.

***

Ordene a las chicas volver a la central y me dirigí a la cárcel militarizada.

Llego a la celda de Mascherano y dos guardias la respaldan.

—comandante Katherina Alekssandrovna. —enseño mi placa. —abran las puertas.

—como ordene comandante...

Abren las puertas y entró a el lugar donde me espera antoni en una silla.

—no me vas a dar la bienvenida a tu humilde morada. —digo con sarcasmo.

—Bienvenida, mi preciosa Katherina...

"DESCARADA" -Christopher Morgan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora