"DESCARADA" -Christopher Morgan

XXXXXII

Antoni

—Feliz víspera de Año Nuevo, hermano...

Bernardo estaba junto a mi frente a los ataúdes de mis hijos.

El ataque del ejército ruso me dejó debilitado, frustrado y desconcertado,  todo al mismo tiempo. Internamente se que fue obra de Katherina. Solo alguien tan estupida e impulsiva se atrevería a hacer algo tan jodido como mandar a mutilar dos niños.

—espero que ahora si te deshagas de alekssandrovna. Con esto espero que caigas en cuenta de que es un puto grano en el culo.

—cuantas veces te he dicho que muerta no me sirve —respondo sin darle la cara —La quiero conmigo, no muerta.

—¡¿que te sucede?! —pregunta exaltado —¿piensas que por tener a katherina en tus palmas acorralada te hará mejor, te hará más fuerte? Reacciona, antoni.

Sigo sin tomarlo en cuenta fijando mi mirada aún más en las cajas de color blanco.

—bien, si no lo haces tú, yo con gusto acabaré con ella.

En un impulso me voy contra el empezando una pelea innecesaria.

—¡¿que carajos te pasa?! —dice con el labio partido.

—¡Dije que la dejes en paz, porque es mía, entiendes bernardo, MÍA!

Su respiración es entrecortada y un tanto agitada. El tipo de adrenalina que libero cuando estoy en la punta del iceberg puede llegar a asustar hasta a quien está acostumbrada a ella.

—La vez como un trofeo, como una copa que grita "te gané Morgan", porque tu obsesión no son esas mujeres, Ni Rachel, Ni Katherina, es Christopher... tienes tan fijo tu locura por él, que aún perdiendo a tus dos únicos hijos tú única meta es verlo perder todo lo que tú nunca haz tenido, ni tendrás.

—ocúpate de tus asuntos Bernardo, a veces olvidas a quien tienes en frente.

Lo hago a un lado saltando a todas las personas que presenciaron la escena. Ingresó nuevamente a mi casa ubicada en Catania.

Cuando murió Mahala a manos de la comandante me vi en apuros de buscar otra persona lo suficientemente poderosa e inteligente como para poder suplantarlo en el ámbito de los negocios. Pero realmente nunca encontraré a un amigo como Ali.

—Andre...

—señor.

—Manda a varios de los nuestros a Londres, Y que no vuelvan sin Katherina Alekssandrovna, ¿entendido?

—como usted ordene.

Katherina

—¿no quieres otra copa cariño? —me pregunta Alexandra.

—No mi amor, entre Chris y yo, uno de los dos tiene que estar sobrio.

La cena de Año Nuevo era en high garden. Todo nuestro círculo cercano estaba aquí, y para guardar apariencias hasta Gema estaba. Gema, la verdad me a dado un poco de pena, perdió a su madre y a su mejor amiga a manos de mi Christopher, debe de sentirse sola y miserable, a parte Natasha le encanta hacerla sufrir y verla retorcerse como un gusano.

—¿como va Christopher con su nuevo hermanito?

—se que no lo dice, ni lo demuestra, pero está contento con Bastian. —bajo la mirada a mi vaso vacío —hay algo que no te e contado Alexa...

—¿que pasa?

—yo...mandé a asesinar los hijos de Mascherano.

—¡Kat!

—¡Tenía mucho rencor por vladimir, tanto que no medí lo que hacía!

Me acomodo en uno de los sillones recibiendo a Alexandra detrás de mi.

—¿que pasará ahora?

—no tengo idea.

—¡Mami! —escucho gritar a Natasha detrás de nosotras —¡Mamá!

—te escucho cielo dime.

—Es Gema, la quiero fuera, ahora...

Comparto miradas con alexandra tomando rumbo hacia la sala principal. Bajo las escaleras recogiendo la cola de mi vestido a su paso. A lo lejos puedo ver a rachel al lado de Gema. Me detengo un segundo a voltear y ver a Alexa, quien está más confundida que yo.

—¿pasa algo?

—Absolutamente nada comandante —responde Gema con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Ay cállate maldita perra! —grita Nat —esta mujer se atrevió a decirme que no se iba ir porque esta casa era más suya que mía.

—¡Quiero interrumpir para decir que sigan adelante con su pelea, que saquen todos los trapíos al sol! —grita Patrick algo ebrio, está abrazado al cuello del ministro —los demás somos espectadores.

—En algo el rubio tiene razón —se integra Regina —es el momento perfecto para que esto se resuelva.

—No hay nada que resolver señora, nosotras solo...—trata de hablar Rachel.

—ay tú cállate pobre zorra.

—No se que habrás entendido pequeñita, pero estoy segura de que estás equivocada. —se dirige a Nat.

—Gema de gratis te lo digo, cállate y vete —le dice Brenda.

—sabes que Gema. E tenido mancha paciencia contigo —digo acercándome a ella —perdiste a tu única amiga, a tu madre, y tus ilusiones en un corto periodo de tiempo, y por eso te e tenido lastima. Pero hasta mi calma tiene un límite, deja de meterte con mis hijos, o no vivirás para ver a los tuyos.

—por favor, ya paren —dice reece tomando a Rachel del antebrazo —maduren, somos adultos.

Ignorando las palabras de reece Gema se acerca más a mi —y si no me quiero ir ¿que harás?

Asiento con la cabeza y rápido pierdo el control. Me arremeto contra ella golpeándola mayormente en su cara.

—¡Mátala mami, Mátala! —grita Alek.

—Si, le hago el coro al alek. —Sigue laila.

no me detengo a ver quienes son los que nos tratan de apartar.

—¡que esperas gran idiota, detenlas! —le grita Gauna al Coronel.

—no, Deja Que kat le pegue un poco más.

—Dios —suspira gauna —tomándome de los hombros.

Finalmente me logran apartar de lo que queda de Gema. En mis manos tenía algunas de sus extensiones, su ojo izquierdo estaba rojo, y su boca llena de sangre, en el piso pude apreciar uno de sus dientes.

—¡está loca! —Vuelve a recitar Gema.

Tyler escolta a Gema y rachel fuera de high garden.

—no se que decir —dice Luisa con una mano en la boca —que fuerte.

—Lancaster no se callara esta vez katherina —me reclama Alex —nos traerá problemas.

—ay Alex, mi nena solo estaba jugando —se acerca Christopher abrazándome por el cuello. Su aliento olía a alcohol, así que se que no estaba consiente. —

Alex lo mira con los ojos entrecortados —Reece, lleva a tu sobrino a la cama.

—¡No!... Sara dile que no quiero dormir.

—ve a dormir un rato mi amor, duérmete al lado de Bash —le responde.

Reece lo lleva a las escaleras por el brazo y el cuello de su camisa.

—¡Feliz Año Nuevo papi!—le grita nat desde abajo.

—¡Feliz año muñeca! —le contesta y le sonrío —¡te adoro mi amor!

—ay que lindo es cuando esta ebrio... —espeta Sara.

...

Feliz Año Nuevo, aunque estemos casi en febrero.