POV Omnisciente
Para la gente de Mondstadt era muy extraño el hecho de ver a gente aristócrata pasar por sí mismos en la calle y sin compañia e insultando a quién sea que pase por su camino, los que tienen mala fama de ser así son los Lawrence... y también los Freiherr.
Los Gunnhildr y los Ragnvindr son esa clase de nobles que los demás aceptan y glorifican tanto, fueron clanes que lucharon por la libertad de todos junto a la heroína Vennessa.
A pesar de la pésima reputación que cargan los Lawrence, los Freiherr son considerados como una piedra en el zapato. No por algo son extremadamente aliados de los que todos repudian tanto, su sed de poder y riqueza siguen en sus venas, son enseñanzas que se les imparte a sus descendientes desde siempre, siembran odio en sus corazones y los preparan en la ocasión en la que tengan que tomar desiciones sobre los demás.
No obstante, siempre hay una oveja negra en la familia ¿no? para los Lawrence es la vengativa Eula, la gente aún no aprueba su presencia en los caballeros de favonius como capitana de la compañia de reconocimiento. Pero esto no quiere decir que no sea apreciada por la gente que de verdad la conoce por como es.
Los Freiherr desafortunadamente no tienen a nadie que quede fuera de sus estándares, son igualmente de arrogantes y ambiciosos. Y los que los sirven son los que tiene que pagar los platos rotos.
Los tiempos de apogeo de la aristocracia acabaron hace mucho tiempo y eso ha pasado factura a los que aún desean esos privilegios.
Una joven de cabello verde y muy lacio murmura como si se tratara de un conjuro a la puerta de la taberna. Son las 8 de la noche y es la oportunidad de su vida, daría un paso en grande en tener la iniciativa de comenzar con la frente en alto con el hombre de sus sueños.
——Tu puedes Odette, si no puedes obtener lo que quieres no eres una Freiherr. Él te amará al verte porque no se resistirá a tus encantos, este vestido es mi arma letal ——dijo para ajustar la parte de su escote y dejarlo a la vista, esta vez se encuentra sola, le pidió a sus sirvientas que no se atrevan a interferir.
La Freiherr entró decidida a la taberna la cual esta llena de gente, hoy se inaugura el retorno del negocio del vino, parece el mismo ludi harpastum, el vino mueve a la gente de Mondstadt.
——Hola Diluc, tiempo sin verte ——primer paso se dice en la mente Odette, quien tomó asiento justamente enfrente del pelirrojo en la barra.
——¿mmm? ah, hola señorita Freiherr, ¿qué se le ofrece? ——comienza con el protocolo Diluc cansado de la infinidad de gente que entra, no se le hizo raro que entrara todo tipo de gente.
——¿Aún sirven té? ——se inclina frente a él.
——Si
——Entonces un crepúsculo, por favor ——cambió su voz al decir lo último.
En la mente del Ragnvindr no procesaba nada, solo era máquina automática de los pedidos que hacían. Su concentración prestaba atención en otro lado, recuerda que debe vigilar en todos lados para tener más detalles de la reunión que tendrán el abismo con los cazadores de tesoros.
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Extraños - Diluc y lectora
FanfictionSi te gusta el batman cantinero, eres libre de entrar y si no, pos solo lee jsjsjs.