Capítulo 15

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POV Diluc


La miré con intriga mas no me esperé que se me acercara para darme un beso, un gesto que se usa normalmente en saludo, un gesto de afecto y agradecimiento... ¿lo merezco? solo la incomodé...


Me retiré con una sensación de ola cálida por todo mi cuerpo, sin dejar de tocar el lugar donde me regaló su toque.


Kaeya es un experto en este tipo de cosas, siempre lo ha sido, tiene talento para hablar con la gente, especialmente el público femenino. Si estuviera aquí se estaría burlando de mi poco progreso en estos momentos.


¿La estoy considerando una posibilidad?


Nonononono, no te tienes que distraer, puede que estos tratos sean algo normal para ella... es una amistad...


Olvidalo, ella es desconfiada. Admito haber sentido mucha cercanía con ella desde que hablamos sobre mi padre, me averguenza haberla visto sin su permiso en el lago y de haber compartido habitación con ella, muy osado de mi parte me atrevería a pensar.


Siento que la conozco desde hace mucho tiempo, que mi padre la haya ayudado cuando más lo necesitaba me llena de orgullo por él. Siempre fue de gran corazón, a pesar de haber querido entrar a los caballeros de favonius o al menos ser bendecido por una visión, siempre fue considerado valiente, algo muy característico del clan Ragnvindr.


Ella lo recuerda con buenos ojos, su héroe, también fue el mío, hasta el momento que su corazón dejó de latir. No siente lástima ajena por su muerte, como todos lo han aparentado en sentir, ha logrado compartir el mismo sentimiento que siento. Sin embargo, ella no sabe del todo, nunca dije que fue natural la razón de su muerte...


Sentí coraje, que los caballeros de favonius se aprovecharan de eso para su conveniencia, simplemente una mediocridad escondida con "buenas intensiones"


——Maldito Eroch... ——me da dolor de cabeza cuando lo recuerdo, pero el efecto del té sigue en mi cuerpo.


Dí unas cuantas vueltas por la ciudad para volver a las dos de la madrugada en el viñedo, pido estrictamente que todos duerman temprano para no tener inconvenientes de camino a mi habitación. Adelinde a veces me espera, pero esa orden también va para ella.


No hice ruido y me vestí cómodamente para finalmente dormir, su esencia sigue en mi almohada... aroma a cecilias...

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Una ola refrescante toca mis pies descalzos, estoy... en la playa pero, no hay nadie a mi alrededor, ni monstruos, no hay señal de vida...


No he disfrutado de estar en la playa ni cuando me encontré a los demás en el archipiélago manzana dorada, solo he ido de adolescente para divertirme con Kaeya y mi padre.


Solíamos venir a nadar y a recoger caracolas, para nosotros era entretenido en aquellos tiempos. Hacíamos peleas en el agua y quién ganaba sería el rey del mar, entre Kaeya y yo lo tomabamos en serio, mi padre solo era el arbitro.

Extraños - Diluc y lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora