Capítulo 45

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POV Diluc

Mientras los días pasaban todo era igual, como si nada hubiera pasado, quise limpiar el asunto del abismo a los caballeros de favonius en su nombre, notificando que ya no existe peligro directo a la ciudad sobre ello. Aún así, pidieron explicaciones sobre su paradero a lo cual yo negué en dar detalle, no era necesario dar esa clase de información y menos cuando se trata de ellos.


——Ella se encuentra bien, solo que volverá cuando ella esté preparada —— fue lo único que atreví a decir sobre ella para después retirarme de ese lugar, sé a la perfección que el viajero será quien les diga la situación, apuesto que ya lo saben...


Me importa poco si se enteran, mis intenciones están claras. No quiero que su nombre sea manchado en nuevos problemas para la orden de favonius y sé que con Lisa y Eula no ocurrirá. La Lawrence mostró apoyo y reconocimiento de lo que hizo _________ por el oasis y las posibles represalias que pudo haber pasado si ella no hubiera tenido la iniciativa de lidiar con la malicia que se propaga alrededor de Teyvat.


Incluso el Maestro Varka escribió un informe al respecto, maravillado de la baja concentración de miasma al norte de Mondstadt. Problema que ha estado aterrorizando con enfermedades mortales y maldiciones a cualquiera que haga interacción con la esencia oscura. Producto del odio entre dioses en guerras pasadas, una contaminación sin fin, no hasta que ella demostró cómo repelerlo.


Hice mi turno esta noche en la taberna, ya que Charles me pidió con urgencia dejarle libre este día para cuidar de su hija recién lesionada. Por mi no había problema, me familiarizaba con el aroma del beso primaveral cada vez que lo preparaba. Justamente estoy preparando una copa de ese vino para Rosaria, tampoco está sola, Kaeya viene con ella a beber como lo hacen juntos todos los jueves a rumorear sobre todo lo qué pasa en la ciudad.


— Me parece muy extraño que esta bebida me sea muy familiar, en especial cuando cierta personita volviera de un largo tiempo fuera... — dijo mientras daba el primer trago el de parche, ya está empezando con sus cosas — de hecho, si cierras bien los ojos, ¿no sientes como que la imagen de una bella mujer aparece cuando lo pruebas?... es más, hasta podría decirte que conozco a tal persona.


— Hmph... tienes razón— la mirada magenta de Rosaria miró directamente a la bebida burbujeante, tanteando las orillas de la copa bajo una pequeña sonrisa y un rubor arrepentido en su pálida piel, sé que le recuerda a ella, sé que fueron amigas en el pasado.


No sé con exactitud si su intención de referirse a ella por medio de la bebida era para encararme, de mi parte fue lo contrario, no me apenaba admitir haber iniciado algo con ella, pero prefiero entrar en formalidad a su lado y darme igual de lo que opine alguien más sobre ello, ella es quien me hace feliz y de eso no me avergüenzo.


Sus intentos de quererme molestarme con ello dieron un giro inesperado, al menos para él. Mi bebida ya alcanzó su propósito, el nombre ________ pasó por sus cabezas al darle el primer sorbo, eso me llena de orgullo, tanto que me dio igual todo y seguí limpiando las copas recién lavadas bajo una inevitable sonrisa y el calor en mis mejillas, muy imposible en esconder si se trata de ella.


— ¿Mmh? ¿Cuál es la gracia? — dijo Kaeya para luego apoyarse en la barra en brazos— no me digas que ya hiciste el primer paso... siempre quise verte tratando de cortejar a alguien, la oportunidad se me fue... — admitió abiertamente bajando sus hombros.

Extraños - Diluc y lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora