Extraños - Diluc y lectora

Capítulo 23

"¿Algo que aportar Graekk? ¿Los humanos que gobiernas siguen al pie de la letra el camino de adoración a celestia?"

Una corte que ocurre cada década, se presentan los seres divinos soltados por la prisión a la que todos quieren ser aceptados como celestia. Nadie sabe esa verdad, solo los que hemos salido de ahí tenemos la dicha de recordarlo.

"No ha habido problema alguno, para ser mi primera vez en dar testimonio a mis acciones en Teyvat. Todo ocurre como debe ser..."

"Nada tiene que descarrilarse, todos en esta sala son conscientes de lo que implica el avance humano ¿me equivoco?"

Todos en la sala guardamos silencio, se sabía que ese era un inicio para comenzar un monólogo con las mismas intenciones de siempre, nada raro para el que esté en la corte.

¿Tengo que asegurarles que la adoración es lo mejor que puedo hacer en enseñarles a los mortales? El respeto sin duda es algo que todos deberían tener, el amor también, no solo a saber amar a los demás sino a sí mismos para tener la voluntad de seguir viendo una mejor faceta de ellos día a día.

Cada año se vuelve cansado, los humanos son más flexibles que los que me concedieron nacimiento a un nuevo nombre. Ellos merecen muchas cosas y se superan pasando los años, son seres muy determinados cuando se lo proponen.

Los guié a un camino en compromiso al amor a la vida, que su convivencia logre que el etéreo oasis los mantenga alejados de futuras amenazas. Sé perfectamente que tendré un momento en que deje de existir, ya he hecho algo para que me manden a desaparecer...

Lo que me queda es hacer una promesa a mi gente, teniendo la vital fuente acuática como testigo del nacer de alguien que pueda tomar mi lugar, no como la voz mensajera de celestia, sino como el guardián que mantendrá el liderazgo para que ni siquiera los de arriba los dañen en suciedad espiritual.

Solo falta poco para que se enteren...

Perdón por no acompañarlos más tiempo...

Mi amada familia...

Dos puntos amarillos muy brillantes que no me deja obsevar más allá del recuerdo, todo volvió a ser un plano oscuro y sin nada que pueda ver.

"Creo que ya viste suficiente, es lo necesario para que sepas el amor que nos tenía nuestro señor"

—— ¿Qué pasó después, espíritu Phia? 

"Oh, ¿no lo comprendes?"

Su gigantesca figura se redujo a una silueta humana, una mujer de hermosa cabellera avellana.