Marinette:
La actitud de Adrien me desconcertaba. En el hospital, se mostró neutral ante el asunto, dejó todo el peso sobre esta importante decisión sobre mis hombros, y no es justo.
Él ya sabe lo que quiere que hagamos con este bebé, solo no puedo definir qué. Ojalá y pudiera leer su mente. Acaricié mi vientre, y volví a sentir esas mariposas revoloteando en mi estómago. Era un sentimiento nuevo. Ya no solo era una parte de mi cuerpo, sino que ahora había un ser vivo, un mini-humano creciendo ahí dentro. Ni siquiera estaba segura de que un senti-ser pudiera dejarme embarazada, pero aquí estoy, esperando un hijo suyo.Me parecía hermosa la idea de saber que nuestro amor fue capaz de crear una vida dentro de mí, y sentí la necesidad de proteger a este pequeño ser que estaba creciendo dentro de mí. Es cierto, no planeaba tener hijos hasta terminar la universidad, pero técnicamente solo sería pasar el embarazo, y los primeros dos o tres meses de mi bebé estudiando para terminar mi último año.
¿Estudiar y cuidar de un embarazo, y luego, de un bebé, a los 20 años? Seguro sería difícil, pero sentía que podía hacerlo, quería hacerlo. Sabía que la señora Emilie y Natalie se pondrían contentas con la llegada de su nieto, pero me aterraba decepcionar a mis padres.
Mi madre me había hecho prometerle que no renunciaría a mi futuro por mi matrimonio, justo antes de casarme. Sabía que se enojarían al inicio, pero planeaba hacerlos sentir orgullosos de mí, ya que no abandonaré mi carrera, al contrario, la terminaré, y seré la mejor diseñadora de todo Francia, mientras cuido de mi hijo, esté Adrien o no conmigo.
Siempre confié ciegamente en él, pero su actitud desde que se enteró de que seríamos padres me desconcertaba. Se comportaba como si no le importara el hecho de que yo estaba embarazada, con su hijo en mi vientre. No sabía si él quería a mi bebé en su vida, y me aterraba tener que decidir entre el amor de mi vida, y mi hijo, pero ya no había vuelta atrás. Había una vida inocente dependiendo de mí, y planeaba cuidarlo hasta el final, aunque eso implicara separarme para siempre de Adrien.
De repente, se escuchó una explosión fuerte. ¡Mierda! ¿Otro akuma? Vi a Adrien irrumpir como una flecha en la habitación, y corrió hacia mí.—Dame tus aretes, se los daré a Alya—Me dijo firme, y no creía tener opción más que obedecerle—Mientras estés embarazada, no vas a pelear. Tienes la caja a tu disposición. Usa cualquier Miraculous para defenderte, solo si es extremadamente necesario, ¿vale?
—¿Intentas protegerme a mí, o al bebé?
—¡A ambos!—Me miró. ¿Eso quería decir que quería tenerlo? Luego, su expresión cambió, como si se hubiera dado cuenta de que había dicho algo ¿qué no tenía que decir?—Por el momento—Añadió.
—Por el momento—Repetí sus palabras, furiosa—¡¿POR EL MOMENTO?!
—Marinette, no tenemos tiempo para estas discusiones. Escóndete en el closet—Me ordenó, con mucha frialdad.
—Eres un insensible—Gruñí.
—Lo lamento si te estoy dejando decidir sobre tu cuerpo—Me dijo, con sarcasmo.
—¿Por qué le das tan poca importancia al asunto?
—Porque no quiero obligarte a nada, ¡entiende!—Dijo, e intentó besar mi frente, pero yo me alejé—Cuando tomes una decisión, me dices, ¿vale, Bogaboo?
—Quizás mi decisión no sea con respecto al bebé, sino con respecto a este matrimonio—Dije, dolida, mientras me abrazaba a mí misma.
—¿Estás diciendo que, siquiera estás considerando separarnos?—Me dijo, sonando tan dolido como yo, y vi una lágrima escaparse de sus ojos.
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[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]
FanfictionNO LEER SI no has leído la precuela: "Bajo las Luces de París" SEGUNDO LIBRO de la saga. Adrien y Marinette habían iniciado una nueva etapa en sus vidas, causando la envidia de algunos, pero una noticia inesperada cambiará sus vidas por completo, y...