Marinette:
Sentí miedo, mucho miedo, ni siquiera la orden de restricción respetaba. Este hombre estaba loco, y obsesionado conmigo, y ahora mismo, su rabia era en contra de mi bebé. Solo tenía una cosa clara en ese momento: debía proteger a Hugo.—Mi familia tiene mucho más poder que los Agreste, tonta. Si me hubieras elegido, no tendrías esta clase de problemas, es más, ni siquiera tendrías que parir un hijo, si no lo quisieras—alardeó.
—Ethan, por favor, te lo suplico—intenté apelar a su lado humano, si es que tenía uno. ¡Joder! Es que Adrien era un sentimonstruo, y era mucho más humano que este idiota—Estoy embarazada, casi perdí a mi bebé hace dos semanas.
—Una lástima que no lo perdiste de verdad.
—¿Cómo puedes decir eso?
—Es la verdad.
—¿Cómo te atreves a atacar a un bebé inocente que no te ha hecho nada, y más aún, en frente de su madre?
—Existe, y con eso, arruina mis planes contigo. Despídete de tu hijo, Marinette Dupain-Cheng, futura señora Baker—sus palabras hervían mi sangre, y aunque trataba de calmarme, su sola presencia me ponía nerviosa, enojada, y asustada.
—Yo soy la señora Agreste, y eso no cambiará jamás—dije, y me preocupaba no poder controlar mis emociones.
—Ya veo... tendré que eliminar a tus Agreste para que me hagas caso.
—Hazlo, y juro que te arranco los ojos—dije, y me vi obligada a sostener mi vientre, debido a un leve dolor que sentí, de momento.
—Eso, si logras caminar, después de que te meta en mi cama.
—¡Antes, me dejo matar!—grité, y mi dolor se intensificó—Me das asco, Ethan Baker, y no te atrevas a amenazar a mi familia, ni a los Dupain-Cheng, ni a los Agreste, porque te juro que no respondo, y el que acabará eliminado, serás tú.
—¡Uy, qué miedo! Me parece muy valiente, para alguien que está a punto de abortar.
—No perderé a mi hijo—dije, aguantando, tratando de hacerme la fuerte, pero entré en pánico, y mi dolor se intensificó cuando sentí un líquido correr entre mis piernas.
Cerré mis ojos, y rogué con todas mis fuerzas que se tratase solo de que me había hecho pipí.
—Ya veo... porque el que estés sangrando ahí abajo, no quiere decir que estás abortando, para nada—dijo Ethan, cruzado de brazos, y yo me vi obligada a afirmarme en en contenedor de basura.
Sin quitarle la vista de encima, pasé mi mano por mi pierna, y al verla empapada en sangre, no pude evitar explotar en llanto.
—No—dije, con mi voz rota, y mi corazón dolía—No, no, no, no.
—Finalmente.
—Ethan, por favor, llévame al hospital—rogué.
A este punto, mi dignidad ya no me importaba, solo podía pensar en una cosa: salvar a mi bebé.
—¡Por favor!—insistí.
—¿Y qué ganaría yo con eso, exactamente?
—Haré lo que me pidas... ¡ay! Lo que sea...
El dolor se había intensificado, y no paraba de sangrar.
—¿Te casarías, y tendrías sexo conmigo?
—¡Agh!—grité, al sentir un retortijón fuerte en mi vientre.
—Seguramente, me dices que sí, y luego, romperás tu promesa, para quedarte con tu Agreste. Mejor me quedo por lo seguro: observo como tú bastardo muere lentamente.
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[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]
FanfictionNO LEER SI no has leído la precuela: "Bajo las Luces de París" SEGUNDO LIBRO de la saga. Adrien y Marinette habían iniciado una nueva etapa en sus vidas, causando la envidia de algunos, pero una noticia inesperada cambiará sus vidas por completo, y...