Capítulo 24

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Marinette:
Adrien sostenía mi mano, y conducía mis pasos, mientras yo no podía parar de reir por lo nerviosa que estaba. Se dice que después del matrimonio, y de los hijos, las parejas se pierden en la monotonía, pero creo que Adrien y yo fuimos la excepsión a esa regla.

Para mí, era común recibir citas sorpresa, Adrien las preparaba todo el tiempo, y a pesar de los años que llevábamos casados, jamás habíamos salido de la fase del enamoramiento. Tener citas románticas se había hecho aún más común entre nosotros, ahora que teníamos nuestras vidas casi hechas.

—¿Cuánto falta?—pregunté, con curiosidad.

—Ya casi—dijo, y sentí como quitaba la venda de mis ojos.

Quedé perpleja al ver que nos encontrábamos justo en frente de de una casa casi exactamente igual a la que yo había dibujado, para darle a Adrien una idea de lo que quería, cuando empezáramos a buscar nuestro propio lugar.

—¡Sorpresa!—me dijo, emocionado—¿Te gusta nuestra nueva casa?

—¿N-n-nuestra?

—Sí... le saqué copias a los dibujos que habías hecho de la casa de tus sueños, se la di a unos arquitectos, por supuesto, bajo tu marca, y le pagué a una constructora para que la convirtiera en realidad. También mandé a hacer los muebles, tal y como los diseñaste.

—Y el jardín—dije, emocionada al ver mi sueño convertido en realidad—todo es hermoso, mi amor, pero se supone que es una casa para los dos, no tenía que ser exactamente a mi gusto.

—Siempre he admirado tu trabajo, Bugaboo, y este hermoso lugar que nació de tu mente, me parece el lugar perfecto para vivir el resto de mi vida, a tu lado, y para que Hugo, y todos nuestros futuros hijos crezcan... te voy avisando que quiero tres más, así que ve pensando en el nombre del cuarto—bromeó al final.

—¡Gato tonto!—me reí, y me abracé a su pecho—Cuando derrotemos a Sphynx, te juro que tendremos todos los hijos que quieras, amor, pero por ahora, a penas sí podremos mantener a salvo a Hugo.

—Por supuesto, M'Lady—dijo, y besó mi frente—La casa está lista para mudarnos cuando quieras... ¿quieres ver el interior?

—¡Sí!—dije, emocionada.

Tomó mi mano, y me mostró toda la casa. Efectivamente, todos y cada uno de los muebles y adornos, habían sido diseñados por mí, y estaba decorada con fotos de nosotros, ya fuera del instituto, de la universidad, o con nuestro pequeño Hugo; de hecho, habían varias fotos de él solito colgadas en la pared, y esos detalles me encantaban. La habitación de nuestro hijo era tal cual yo la había diseñado, totalmente al gusto de mi bebé, y cuando estaba llegando a la nuestra, sentí como Adrien se abrazó a mí, por detrás.

Abrí los ojos, y vi la habitación de mis sueños, pero con detalles de más. Estaba decorada con velas aromáticas, y había un corazón dibujado con pétalos de rosa en la cama. Las cortinas estaban cerradas, dejando una iluminación baja en la habitación, e inmediatamente supe las intenciones de mi esposo.

—Pensé que podríamos estrenar nuestra nueva cama a lo grande—dijo su voz ronca, mientras dejaba un beso en la parte trasera de mi cuello, lo cual, me estremeció.

—Eres un tramposo—comenté, y sonreía, mientras mordía mi labio inferior—y sabes que siempre caigo en tus trampas.

—Estoy por pensar que lo haces a propósito—me siguió el juego, mientras dirigía mis pasos hacia la cama.

—¿Tú qué crees, gatito tonto?—jugué, y me giré, para posteriormente, rodear su cuello con mis brazos.

—Que no caes, te lanzas de cabeza—dijo, y besó mis labios—Ahora sabes por qué no quise hacerlo a noche... estaba guardando fuerzas para hoy...

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora