Marinette/Ladybug:
Miré a mi alrededor, en busca de respuestas, pero me costaba concentrarme. Las dudas invadían mi cabeza. ¿Cómo era que una persona podía odiar a un ser tan hermoso y lleno de luz como Hugo? Simplemente, no lo entendía, cuando vi un anuncio de condones con un mensaje un poco parecido a la mentalidad de este villano.
El anuncio, mi bote de pintura, su escoba, y el chataclismo de ChatNoir.
El villano tenía un desorden en su mente, y yo me aprovecharía de ello para proteger a mi hijo, y a todos los niños de París.
—Chat—susurré de forma tal que mis labios a penas se movieron, aprovechando que ell villano distraerse, hablando con Sphinx en su cabeza—limpiará lo que yo ensucie, el akuma está en su escoba.
—Ok—susurró Chat, de vuelta, y enseguida supe que había oído mi mente, comprendiendo por completo mi plan.
—¡ESTO ES UNA MIERDA!—grité, tratando de llamar la atención lo más posible, mientras me dirigía hacia el anuncio de condones.
—¨Si no quieres que un niño te arruine la vida, debes ser siempre precavida¨—balbuceó el villano—Es un consejo sano, ni se te ocurra manch—su ceja comenzó a moverse de una forma muy extraña, reflejando un extremo nivel de estrés, al verme vertir la pintura roja, a lo loco, sobre el anuncio—¿QUÉ MIERDA HAS HECHO, MALDITO BICHO?
—¡Oye!—gruñó ChatNoir—Yo soy el único que puede llamarla ¨Bicho¨—me guiñó rl ojo, mientras le quitaba la escoba de las manos al villano—Porque sabe que yo lo hago de cariño—le guiñó un ojo, confiado, al villano—¡CHATACLISMO!
La escoba se hizo polvo, dejando salir al akuma, el cual, yo capturé y purifiqué, para luego, lanzar mi amuleto encantado al aire, dejando que mis mariquitas mágicas lo reparen todo. El hombre, ya desakumatizado, aún parecía estar molesto.
—Renunciaré a ese maldito trabajo—gruñó—Amo limpiar, pero limpiaré un lugar libre de pestes que ni leer saben...
—Alguien que detesta a los niños no debería trabajar en ningún lugar habitado por ellos—comentó Adrien.
—Chat—dije, y suspiré, aguantándome las ganas de golpearlo por hablar tan mal de mi pequeño angelito—llévalo de regreso a la guardería, y asegúrate de que renuncie hoy mismo.
—¿Por qué yo?—protestó, era obvio que este tipo le caía igual de mal que a mí.
—Porque te controlas mucho mejor que yo cuando se trata de... los niños—espero que me haya entendido, que me refiero al nuestro.
—¡AYUDA! ¡ALGUIEN, AYÚDEME, POR FAVOR!—gritó la voz de una mujer—BIGOTES, POR FAVOR, BAJA DE AHÍ. AYUDA, SE CAE, ¡SE CAE!
—Yo me encargo del gatito en el árbol—comenté, asumiendo que esa era la situación, y besé la mejilla de mi compañero—Te veo en casa, gatito.
—Vale, Bugaboo, te amo.
—Y yo a ti.
ChatNoir se llevó al hombre, en dirección de la guardería, y yo lancé mi yo-yo, balanceándose en la dirección contraria. Aterricé en el sitio de donde provenían los gritos, pero para mi sorpresa, no había nadie junto al árbol.
—¡Dios mío, primero casi te matas, cayendo de un árbol, y ahora, te atoras entre las tablas podridas! ¡AYUDA!
Escuché un maullido protestante, en respuesta a los reclamos. Me adentré en lo que parecía ser una casa muy antigua, y abandonada, en las afueras de la ciudad.
De repente, un destello me cegó, y una vez logré adaptarme a la iluminación, vi al mismo Sphinx parado delante de mí.
—¡Quieto!—dije, apuntándolo con mi yo-yo, pero mi mano temblaba.
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[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]
FanfictionNO LEER SI no has leído la precuela: "Bajo las Luces de París" SEGUNDO LIBRO de la saga. Adrien y Marinette habían iniciado una nueva etapa en sus vidas, causando la envidia de algunos, pero una noticia inesperada cambiará sus vidas por completo, y...