Capítulo 2

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Marinette:
Me cargó, y saltó por los tejados, hasta que llegamos a nuestro apartamento. Entramos, asegurándonos de no ser vistos.

—Plagg, garras...—intentó decir, pero yo lo callé, colocando mi dedo índice en sus labios.

—Esta noche es de Ladynoir—Dije, con una sonrisa pícara.

—¿Aún sigues caliente?—Me preguntó, confundido.

—Me ha estado torturando a cada segundo, y maldije al akuma más de mil veces por mantenerte ocupado por tanto tiempo—Dije, mientras tomaba su rostro entre mis manos, y pegaba nuestros labios—Te necesito, amor.

—Estás enferma, cariño—me dijo, y le costaba resistirse—No puedo aprovecharme de tu estado.

—Borracha, sobria, enferma, o sana, siempre quiero estar contigo. Te amo, y te deseo tanto... dije en el altar por una razón, ¿no crees?

—¿Me prometes que no te hará daño hacerlo?—Me preguntó, con su respiración un poco agitada.

—Lo prometo—Asentí, y comencé a besarlo con pasión.

Me permití asentar mi lengua en su boca, mientras sostenía su nuca, profundizando así, mucho más nuestro beso

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Me permití asentar mi lengua en su boca, mientras sostenía su nuca, profundizando así, mucho más nuestro beso. Tomé su trasero con mis manos, y lo pegué a mí. Mi cuerpo se estremeció, mientras sentía su erección crecer contra mi entrepierna. Sentía mis bragas cada vez más mojadas, y pequeños gemidos se escapaban de mi boca al sentir los chupetones que él dejaba en mi cuello.

Tomé su cascabel con mis manos, y comencé a bajarlo lentamente, dejándome ver su marcado torso. A prisa, retiré todo de su traje, y me encontraba arrodillada en el suelo. Acaricié sus bien definidas piernas, mientras subía, y me detuve cuando mis manos llegaron hasta su miembro.
Lo acaricié, haciendo que él retrocediera unos pasos, hasta quedar pegado a la pared. Comencé a dejar besos en la punta, para luego, introducirlo lo más que pude en mi boca.

—Ahhh... Ma-ma-marine-e-ette—Jadeaba mi nombre, y eso me excitaba: me dejaba saber que estaba haciendo bien mi trabajo, y me encantaba tener la certeza de que era capaz de volver loco a mi chico.

Sus manos agarraron mis cabellos, y comenzó a mover mi cabeza a su gusto. Sonreí al darme cuenta de que lo había hecho perder los estribos, y chupé con mas fuerza, mientras mis manos masturbaban su base.

¡Dios! ¡Cómo me gustaba oírlo jadear mi nombre!

—Marinette... ya no puedo más...—dijo, y soltó mi cabeza, para clavar sus manos en la pared.

Me gustaba que, siempre que le hacía esto, me daba la opción de elegir si yo quería recibir su descarga, o no. Lo dejé dentro de mi boca, y seguí succionando, hasta que sentí un chorro de sus fluidos entrar en mi boca, y fue tanto, que cayó un poco fuera.

Mi rostro era un desastre: tenía su semen por toda mi boca, y corrían gotas por mis mejillas, también. Sin levantarme del suelo, volteé a verlo, y él sonrió satisfecho cuando su mirada se encontró con la mía. Recogí todo lo que pude con mi lengua, y él se encargó de limpiar mis mejillas con sus dedos.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora