Capítulo 12

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Marinette:
Me encontraba preparándome para salir. Como Adrien pasaría todo el día conmigo, Emilie se había marchado, para pasar el día con Natalie.

—¿Seguro que quieres ir hoy?—insistió Adrien.

—Sí, quiero salir de este problema.

—¿Y si te regaña por estar embarazada?

—Soy una adulta, casada, ni al director, ni a ningún maldito maestro, les interesa lo que hago con mi vida privada, siempre y cuando entregue mis trabajos, y haga mis exámenes en tiempo. A demás, tu mamá está pagando una fortuna por mi matrícula. Si me empujan a abandonar esta universidad, perderán el dinero de la matrícula de un estudiante.

—Y tú perderás tiempo de tu carrera.

—Mi hijo va primero—dije, mirando hacia abajo, mientras acariciaba, y le sonreía q mi vientre—Y después, viene todo lo demás.

—¡Oh, cielos!—dijo, y lo sentí abrazarme con fuerza—No sabes lo orgulloso que estoy de ti.

—No es por presumir, pero últimamente, todos me dicen lo mismo—bromeé.

—Eso es porque eres la mejor—dijo, y besó mi frente—Te amo.

—Te amo, Chaton.

Tomó mi mano, y nos dirigimos hacia la salida. Me llevó en el auto, hasta el edificio correspondiente a las oficinas de la universidad, y pedimos una cita con el director de la misma.

Una vez llegó nuestro turno, el director nos hizo pasar. Nos sentamos en los asientos frente a su escritorio, y le entregamos el certificado, y la recomendación del médico. A demás, le entregamos una copia del email que había recibido de mi profesora de ciencias sociales, negándose a dejarme estar en el programa en línea por más de dos semanas.

—El certificado médico sólo es válido por dos semanas—inició el director—y la recomendación médica es solo una sugerencia. Tener esa atención extra con usted es decisión de los profesores.

—Pero todos los demás profesores comprendieron mi situación, y accedieron—insistí.

—Conozco a la señora Petit desde hace años, es una mujer muy estricta, pero con un juicio ejemplar.

—Señor director, por favor, no quiero verme obligada a salirme de esa clase—presioné.

—Si tan poco le importan sus estudios, pues adelante, Agreste, haga lo que quiera.

—¡Por supuesto que me importan mis estudios!—dije, muy molesta—Pero también me importa la salud de mi hijo.

—Debe de aclarar sus prioridades, y ser más responsable.

—¿Perdone?—dije, y la sangre hirvió en mis venas.

—Lo que escuchó, jovencita. Debió pensar en las consecuencias de sus actos, antes de hacerlos sin protección. La universidad no es lugar para una mujer embarazada, y los 20 no es la edad de ser madre, si es que quiere hacer algo con su vida.

—¿Usted también va a molestarla con las mismas ideas arcaicas?—protestó Adrien, y tuve que apretar su mano para que se calmara.

—Señor, mi embarazo no sería un impedimento para asistir a clase, de no ser por el acoso de Ethan Baker y Lila Rossi.

—Están determinados a hacer su vida miserable, y casi pierde nuestro hijo por culpa de esos dos. Si ella tiene que reincorporarse a clase, está bien, pero solo si la facultad garantiza que esos dos estudiantes no la molestarán—Adrien intentó negociar.

—De la forma en la que lo dice, hasta pareciera que yo necesito a su esposa como estudiante de mi facultad, lo cual, no es así —dijo el director, con toda frialdad—Esta universidad es muy codiciada, y solo los mejores acaban graduándose, los que sí saben aguantar. Ahora le pregunto, jovencita, ¿tiene usted lo necesario para graduarse de mi universidad?

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora