Capítulo 13

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Dos semanas más trade...

Marinette:
Adrien no se había matriculado en ninguna universidad, y aseguró que no lo haría hasta que Hugo naciera. Se quedaba conmigo todo el tiempo, y cuando no era él, eran su madre, o Natalie. Debía confesar que estaba muy bien cuidada, y Emilie quería decorar una habitación para su nieto. ¿Será que quiere que nos quedemos a vivir aquí para siempre? La idea no sonaba tan mal. La casa era espaciosa, perfecta para que jugaran los niños. Por otro lado, la convivencia no sería un problema, ya que Natalie y Emilie me querían, y me trataban como si yo también fuera su hija.

En verdad me había hecho bien el cambio de aires. En París, a nadie parecía molestarle el hecho de que yo estuviera embarazada a los 20 años, y sin terminar la universidad. Había recibido mensajes hermosos de mis antiguos compañeros de instituto, ya que Alya les había contado a todos lo que me había ocurrido. Incluso mis padres se lo habían tomado bien, y estaban en paz con el hecho de que me quedara en la mansión Agreste, ya que siempre habría alguien disponible para cuidarme.

Me sentía mucho mejor, y mi chiquillo ya comenzaba a moverse dentro de mí. Mi embarazo se notaba un poco, solo cuando usaba ropa apretada, o cuando me encontraba en ropa interior, y observaba su crecimiento en el espejo, cosa que hacía todos los días.

Últimamente, me había dado por usar vestidos que solo tenían un elástico bajo mis pechos, quedando sueltos hacia abajo. De esa forma, no me apretaban el vientre, ni las piernas. Los Agreste habían bajado un poco la guardia, y ya se me era permitido caminar sola hasta la panadería, ya que se encontraba a una cuadra de distancia.

—¡Ya llegué!—dijo Adrien, mientras caminaba hacia mí con sus brazos abiertos, hasta dejarme envuelta en un tierno abrazo—Te extrañé tanto... demasiado... Creo que me estás contagiando tus hormonas—se rió al final.

—Yo también te extrañé mucho—dije, y me reí—Pero las dos semanas de reposo empeoraron las hormonas—mordí mi labio inferior—¿Ya saludaste a tu mamá? ¿Y a Natalie?

—Ya, dijeron que te habías venido a la cama temprano... ¿todo bien?

—Sí, todo bien, es solo que tenía una idea en la cabeza para un diseño, y quise estar sola para poder ponerlo en papel.

—¿Y lo terminaste?

—Sí.

—¿Me dejas ver?—pidió, emocionado—Sabes que me encantan tus diseños, eres muy talentosa.

Tomé el papel de mi escritorio, y se lo mostré. Se trataba de un vestido de gala, muy elegante, inspirado en Ladybug.

—¡Wow! Tienes mucho talento—dijo, y su voz comenzó a sonar sexy para mí—Me encanta que, últimamente, te haya dado por diseñar ropita, y accesorios de bebé—se acercó un poco más, y tomó mi mentón, para depositar un corto beso fugaz, que causó estragos en mí—Si tú diseñas su ropa, Hugo tendrá siempre lo más elegante, y todo lo mejor del mundo. En verdad, eres la diseñadora más talentosa que he conocido, y vaya que he conocido diseñadores en mi vida.

—Mis diseños podrán ser los mejores, pero mi mejor creación siempre será mi hijo—dije, mientras sonreía al acariciar mi vientre.

Me asustaba lo rápido, y lo mucho que había llegado a amar a este pequeño ser que crecía dentro de mí.

—¿Tu mejor creación?—protestó Adrien, en forma de juego—Pensé que se trataba de nuestra mejor creación—volvió a besar mis labios, descontrolándome un poco más—A demás, no tendremos solo una mejor creación. Si mal no recuerdo, mi bella esposa desea tener tres. Dos niños, y una niña.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora