Capítulo 17

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Cinco días después...

Adrien:
La salud de Marinette estaba mejorando, pero el doctor insistía en que no debíamos bajar la guardia. Era un poco extraño, no dejaba que cualquier enfermera atendiera a Mari, de hecho, solo una en específico, de su absoluta confianza.

Marinette había colocado la denuncia formal en contra de Ethan por violar la orden de restricción que teníamos en su contra, y la policía estaba investigando. Por el momento, mamá había movido sus hilos para que hubiese un policía en la puerta de la habitación, y siempre uno de nosotros se quedaba con ella.

—Aquí están los papeles del alta—le dijo el doctor a Mari, mientras ella se ponía el sweater que yo le había traído—sólo necesito que los firmes, y te podrás ir a casa.

—Ok—dijo, con una expresión neutral en su rostro.

Desde que perdimos a nuestro bebé, a penas hablaba, y la expresión de su rostro rotaba entre neutral, triste, y enojada.

—Vamos, princesa—dije, mientras la ayudaba a pararse de la cama, una vez había firmado los papeles—seguro te sientes mejor en casa.

Ella solo me dedicó una mirada asesina, dejándome saber que lo mejor era que cerrara mi maldita boca.

Trataba de animarla, pero ella no deseaba ser animada. Al parecer, había decidido hundirse en su dolor, mientras que yo había decidido intentar salir adelante, por los dos.

—Vamos, Marinette, mi mamá nos espera en el auto—dije, aún tratando de sonar dulce.

—Vamos—dijo, y se le notaban las pocas ganas de hablar.

La ayudé a bajar por el ascensor del hospital, y la sostuve, mientras caminaba hasta el auto.

—Cariño, ¿cómo te sientes?—le preguntó mi mamá, una vez nos subimos.

—Mal—respondió mi esposa, y un suspiro de tristeza escapó de sus labios—Emilie, ¿puedes dejarme en casa de mis padres?

—No, cariño, lo siento—respondió mi mamá—aún necesitas cuidados especiales, y en la mansión podremos atenderte mejor.

—Vale—dijo, y la debilidad en su voz me abrumó.

—Ellos te están esperando en la mansión, princesa—dije, y besé su mano, para luego, recibir una mirada neutral de su parte—Puedes pedirles que pasen todo el día contigo, y así yo puedo ir personalmente a la estación de policía, a ver qué noticias hay sobre nuestra denuncia.

—Ojalá y regreses con la noticia de que ese hijo de puta fue atropellado por un camión, o algo así—dijo ella, y tuvo que cerrar sus ojos, cosa que hacía cuando quería aguantar sus lágrimas.

—Me conformo con saber que lo arrestaron—dije, y besé su frente.

—No lo han hecho, hubiera salido en las noticias.

—Cariño, sé que te duele mucho lo qué pasó, a todos nos dolió la pérdida del nuevo miembro de la familia, pero necesitas enfocarte en algo más, que no sea tu ira hacia Ethan, o tu propio dolor. Si te enfocas en emociones negativas, jamás saldrás de ese hoyo en el que te encuentras—dijo Emilie.

—Claro—dijo Marinette, con tono sarcástico—así como hace su hijo, ¿no? Pareciera que no fue su hijo al que asesinaron cruelmente—metió sus manos dentro de las mangas del suéter, y cruzó sus brazos, fijando sus ojos en la ventanilla.

—¿Perdona?—pregunté.

El día estaba lluvioso, y oscuro; pude ver el reflejo de sus ojos llorando en el cristal.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora