Capítulo 43

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Marinette:
Llegué a casa, y dejé a Hugo viendo caricaturas en la habitación, junto a su tío Félix. Me gustaba lo cercanos que se habían vuelto, la familia crecía, y así, Hugo sería cercano a su primito o primita.

Intenté llamar varias veces al celular de Adrien, quería que viniera a casa para darle las buenas noticias, pero siempre me mandaba directo al buzón.

—¿Verdad, Marinette?—dijo Alya, y recién caí en cuenta de que ella y Kagami parecían estar teniendo una conversación conmigo.

—¿Eh?—dije, confundida.

—Estás en las nubes—me dijo Kagami, con una sonrisa tranquila.

—Decía que Kagami debería saber el seco de su bebé antes de que nazca, para poder comprarle las cosas de los colores adecuados.

—Quiero que me sorprenda cuando nazca—protestó Kagami—A demás, es mi embarazo.

—Estoy de acuerdo—dije, mientras observaba cómo boba mi celular.

—¿Con cuál de las dos?—preguntó Alya.

—Con la que tenga razón—dije, sin darle mucha importancia.

—Pero eso es lo que estamos tratando de averiguar... quién tiene razón—protestó Alya.

—No te molestes, Alya—dijo Kagami, mientras se reía—Ahora mismo, nuestra heroína no tiene cabeza para nada que no sea localizar a Adrien.

—¡Es que no me contesta el celular!—exploté—Lo llamo, y lo llamo, y me manda directo al buzón. Estoy preocupada.

—Quizás lo tiene apagado—explicó Kagami—A mí me escribió que todo había salido bien entre ustedes, peor que necesitaba un poco de aire fresco, que se iba a caminar por la ciudad.

—¡Hola!—dijo Emilie, mientras entraba con Nathalie por la puerta.

No me molestaba que ellas tuvieran la llave de mi casa. Después de todo, ellas nos acogieron por años en la suya, y siempre nos han apoyado a Adrien y a mí. Eran más que bienvenidas en nuestra casa.

—Hola—las saludé, agitando mi mano.

—Marinette, tenemos que hablar—me dijo Emilie, con tono serio.

—Emilie, tengo algo que decirles a las dos—dijo Kagami, y en ese momento, sonó mi celular.

Llamada entrante del Hospital Central de París... Podría ser importante, así que contesté.

—¿Hola?

—¿Marinette Agreste Dupain-Cheng?

—Sí, soy yo, ¿quién es?

—Llamamos desde el Hispital Central de París, debemos informarle que su esposo, el señor Adrien Agreste, ingresó por la puerta de emergencias porque fue atropellado en la calle.

Mi sangre se heló en ese momento, y mi respiración se cortó. Me rompí una vez más, pero esta vez, la reparación era muy sencilla, o muy complicada, todo dependía del estado en el que se encontraba Adrien.

—¿C-cómo está él?—tartamudeé, estaba aterrada.

No podía ser que, justo en el momento en que yo empezaba realmente a mejorar, ocurriera esto, no podía perderlo, ahora menos que nunca...

—Por el momento, estable, pero no estoy autorizado a darle información en el teléfono.

—Voy para allá.

—Está bien.

Colgué, y corrí hacia la esquina en donde se encontraban Emilie y Kagami, interrumpiendo su conversación.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora