Capítulo 46

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Marinette:
Lila me observó, impresionada. En su mente psicópata jamás pensó que yo podría ganarle esta pelea, y sin embargo, lo hice.

El cuchillo acabó clavado en su estómago, pero aún respiraba, por tanto, aún representaba una amenaza para mi familia, y yo no podía permitir eso.

—Despídete—le dije, y me senté sobre ella.

—Me impresionas—se burló, y tosió, dejando salir sangre de su boca—Pero ¿mancharás de sangre el cuarto de tu hijo?

—Mi hijo no dormirá más en este cuarto—dije, segura—dormirá en el mío, hasta que esté listo su nuevo cuarto, y este, lo dejaré para regueros de trabajo. Por supuesto, se sentirá mucho mejor, una vez se limpie.

—Si me matas, irás a la cárcel.

—Incluso, si me atraparan, tengo la ley de mi lado, estúpida. Puedo alegar defensa propia, y a diferencia de lo que te sacó a tú de prisión, mi versión sería la verdad.

—No eres capaz de matar—me retó.

Saqué el cuchillo de su estómago, y volví a clavarlo cerca del primer hueco que le había hecho... repetí el proceso varias veces, y a pesar de que había visto como el último gramo de vida abandonaba su cuerpo, no conseguí detenerme.

De repente, sentí que unos brazos me cargaron, y me apartaron.

—Shhh... calma—me dijo la voz de Adrien, e inmediatamente, sentí que todo estaba bien—Eso es, respira—le hice caso—Dame eso.

Su mano intentó tomar el cuchillo de mi mano, y yo lo dejé hacerlo.

—Buena chica—dijo, y besó mi frente.

—Adrien... yo...

A penas podía hablar, ya que mis manos temblaban, me encontraba demasiada nerviosa por lo que había hecho.

Había matado intencionalmente a una persona, y Adrien lo había visto... ¿qué estará pensando de mí en estos momentos?

—Defendiste a nuestro hijo, yo habría hecho lo mismo—dijo, y me abrazó contra él.

—¿Cómo sabes?

—Félix y Kagami me dijeron... ella se llevó a Hugo a casa de mis madres, y Félix nos ayudará a limpiar todo esto.

—Vamos, Mari—me dijo la voz de Alya—te ayudaré a tomar un baño.

—Alya, me das la ropa de Marinette—pidió Adrien.

—¿Para qué?—pregunté.

—Debo desaparecer el cuerpo, y cualquier evidencia que puede guiar a la policía hasta ti—argumentó.

—Adrien—dije, y rompí en llanto.

Tenía demasiadas emociones encontradas.

—Hablaremos cuando regrese, ahora, báñate—me pidió—Félix limpiará el cuarto, Kagami y Hugo están en casa de mi mamá, todos dormiremos allá esta noche, pero antes, debemos limpiar esta escena, y desaparecer las evidencias.

Entré al baño, me quité la ropa, y Alya se la entregó a Adrien, para luego, entrar al baño conmigo. Se mantuvo en la puerta, vigilando mi comportamiento...

Terminé de bañarme, y mis manos aún temblaban. Una vez vestida, con mi pijama, apoyé mis manos en el lavado, y estaban temblando.

—Mari, todo está bien—me dijo mi amiga, mientras acariciaba mi espalda—Hiciste lo que debías hacer, nosotros guardaremos tu secreto.

—Hugo está con Kagami, ¿cierto?—pregunté, tratando de ubicarme.

—Sí, ella lo llevó a casa de Emilie.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora