Capítulo 23

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Una semana después...
Narrador:
Marinette se encontraba tensa, no podía tranquilizar ni una sola pulgada de su cuerpo, y el movimiento insesante de sus piernas lo reflejaba. Sus manos se encontraban juntas, apretándose entre ellas, mientras su respiración se cortaba en el asiento. Los minutos se hacían cada vez más largos, ¿por qué el juez tardaba tanto en llegar?

Por supuesto, porque aún faltaban diez minutos para que iniciara la audiencia final del juicio...

Adrien colocó sus manos en los hombros de su adorada esposa, y le dio un masaje justo en donde él sabía que relajaría sus músculos. Él trataba de mostrarse despreocupado ante el asunto, ya que sabía que, fueran lo que fueran los resultados de ambas pruebas de paternidad, Hugo era su hijo, parecía su clon, y sería muy idiota de su parte dudar de la fidelidad de su esposa, sabiendo perfectamente el gran amor que se tenían desde que eran un par de niños.

—Es indignante—gruñó Marinette, un poco más relajada—el que no nos dejaran ver los resultados hasta hoy... ni siquiera de la tuya...

—Tranquila, creo que todo este circo fue, más bien, para atrasar el juicio, y extenderlo a una audiencia más—anunció Adrien—Ethan sabe que lo van a condenar, de todas formas.

—Ya no estoy tan segura de eso...

—He estado en todas las audiencias, y en verdad estaba intentando convencer al juez de que tiene problemas mentales, pero el jurado no se veían muy convencidos... quizás, cuando las pruebas de ADN digan la verdad sobre Hugo, y él siga alegando lo mismo, el juez se convenza de que en verdad es un psicópata, con esquizofrenia.

—¿Tú crees que se libre de la cárcel?—preguntó la chica, frustrada.

—Si es en un hospital psiquiátrico, igual estará encerrado de por vida, no podrá hacernos daño—dijo el rubio, y besó la frente de su esposa.

—Gracias por confiar en mí—dijo ella, y besó suavemente su mejilla, mientras entrelazaba sus dedos con los de él.

—Siempre confiaré en ti—besó la frente de su amada—Nada ni nadie va a cambiar eso, ¿vale?

—Vale—dijo, más tranquila.

Finalmente, abrieron las puertas de la sala, y el juez entró a la misma. Todos tomaron sus respectivos asientos, y se dio inicio a la audiencia final del juicio.

—En mis manos tengo los resultados de ambas pruebas de paternidad, realizadas entre el acusado y uno de los testigos, con el menor Hugo Agreste—inició el juez, y el estómago de Marinette se revolvió. A pesar de las palabras de conforte de Adrien, y de todas las veces que él le demostraba que confiaba en ella, el hecho de que hubiera tenido que someter a su hijo a una prueba de paternidad era simplemente humillante—Iniciaremos con los resultados entre el señor Baker, y el niño: Paternidad negativa.

—Los Agreste pagaron por esos resultados—dijo Ethan tranquilamente, mientras observaba sus uñas, como lo haría una chica que se las acababa de hacer.

Marinette estuvo a nada de levantarse de su asiento, y gritar que ellos ni siquiera habían tenido acceso a los resultados, hasta ese día, pero Adrien la detuvo.

—No caigas en provocaciones—susurró en el oído de su esposa—Recuerda que ese fue el juego que usó para lograr que nos pidieran la prueba de ADN.

—Licenciado, controle a su cliente—habló el juez, con firmeza—Que se limite a hablar solo cuando se le requiere, y hoy no aceptaré la excusa de que no ha tomado sus medicaciones.

—Entendido, señor juez—dijo el abogado de la defensa.

—Bien, proseguimos a leer la siguiente prueba de paternidad: la realizada entre el señor Adrien Agreste, el padre legal del menor, y el menor mismo—dijo el juez—Paternidad: 99.9%, es decir, positivo—suspiró, y se quitó sus gafas, por unos instantes—Señor fiscal, creo que le debemos una disculpa a la señora Agreste.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora