[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]

Capítulo 19

Marinette:
Alya regresó, frotándose la frente, y fue directamente hacia el baño.

—Adrien está en casa, y no saldrá—anunció, mientras caminaba—no creo que la borrachera que trae encima lo deje hacer otra cosa que no sea dormir.

Entró al baño, y se tardó un poco ahí, lo cual, comenzó a preocuparme. Solo era una prueba casera de infecciones urinarias, ¿verdad?

¿Verdad?

—¿Todo bien ahí dentro, Alya?—pregunté, ya un poco asustada.

—Sí, todo muy bien, todo está excelente—dijo ella, y se la veía nerviosa.

—Me estás ocultando algo.

—No es así, de verdad—dijo, y suspiró—¿Cuándo es tu cita con el doctor?

—Dentro de dos días.

—Bien—dijo, y respiró profundo—diste negativo a las infecciones urinarias, ¿vale? Y me preocupa no saber lo que tienes, o por qué te sientes así. Sobre todo, me preocupa eso de que aún sientes como si algo se moviera dentro de ti.

—Tenía casi cinco meses, de hecho, ya los hubiera cumplido, de no ser por...—me hizo obligada a hacer silencio, no podía siquiera decirlo en voz alta, dolía demasiado.

—Tienes que decirle a Adrien, y de paso, al doctor.

—Adrien creerá que estoy loca.

—Marinette, hablo en serio. Debes decirle esto a Adrien, y al doctor. Después de un aborto, no es normal que tu vientre siga hinchado, no es normal que sigas teniendo síntomas de embarazo, no es normal que sigas teniendo el mismo antojo extraño, y sobre todo, no es normal que sientas que algo se mueve, en donde estaba el bebé. Si dices que se mueve cuando Adrien te habla, entonces pídele al idiota de tu esposo que intente, a ver si él siente las patadas, o lo que sea que sientes.

—Lo intentaré...—dije, triste—en cuanto él quiera hablar conmigo.

—No creo que haya sido tan dura la pelea.

—Jamás bebe, y hoy se emborrachó, hasta quedarse dormido, por lo que me dices.

—¿Qué te dijo, exactamente?

—Me pidió un tiempo... dijo que cuando yo quisiera hablar, después de haber juntado mis pensamientos sobre cómo he estado actuando, será cuando hablemos.

—Bueno, ya sabes por qué has estado actuando así, solo debes contarle. No dirá que estás loca, Marinette, lo juro. A demás, no tengo idea de qué carajos pasa con tu cuerpo en estos momentos, pero siempre que tienes un presentimiento sobre los Agreste, acabas acertando, como cuando estabas segura de que podías traer de regreso a Adrien.

—Pero... lo único que siento es como si siguiera embarazada, como si Hugo jamás se hubiera ido, y eso no tiene sentido. Yo misma me vi desangrándome en aquel callejón...

—¡Joder!—dijo, frustrada—No te lo quería decir, pero veo que no entiendes lo grave de la situación. A ver, Marinette, se supone que perdiste al bebé, y que en el hospital te sacaron sus restos del vientre, pero aún tienes síntomas y antojos de embarazo, aún sientes al bebé pateando dentro de ti, y acabas de dar positivo a una prueba de embarazo.

—¡Espera! ¿Qué?—pregunté, en shook.

Yo no recordaba haberme hecho ninguna prueba de embarazo, es más, ni siquiera me pasaría por la cabeza hacerme una en estos momentos...

—No solo te hice pruebas de infección urinaria, a las cuales, diste negativo, también te hice una prueba de embarazo, y diste positivo, mujer—continuó Alya—No te dije nada porque no quería ilusionarte en vano, pero siento qué hay algo muy turbio en tu diagnóstico médico...