Capítulo 41

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Narrador:
Félix se sentó en la cama con Sentibug, y la observó con mucha paciencia.

—Creo que eres una muy buena chica, de eso no cabe duda—dijo Félix—Los ayudaste en aquel horrible mundo hace años, y no les pediste nada a cambio, ni siquiera que te devolvieran la vida, como Marinette se la estaba devolviendo a mi primo.

—Tu primo no era feliz en aquel mundo. Él no fue creado para estar solo... necesita amar y ser amado, y me hablaba todo el tiempo de una tal Marinette/Ladybug, decía que la amaba, y se le iluminaba el rostro cada vez que la recordaba—dijo la chica, y suspiró sonriente—Cuando vi que esa chica había ido hasta aquel infierno para salvarlo, supe que era un amor verdadero, y quise ayudarlos... vieras lo lindos que se veían juntos...

—Definitivamente, tienes un alma noble—dijo Félix, con una sonrisa, y le entregó el llavero—Ten, eres libre.

—Gracias—dijo ella, y sonrió, pero luego, se mostró preocupada—pero... ¿no será mejor liberarme de mi existencia? Digo... ya existe una Marinette, y una Ladybug, y ojalá que la hayan salvado... A demás, no conozco este mundo, ni cómo funciona.

—Confío en la determinación de mi primo... y no, ningún ser vivo merece ser liberado de su existencia. No sabes cómo funciona este mundo, pero puedes aprender. Por lo pronto, te pondré un apartamento en Londres, tranquila, corre por mi cuenta, será mi regalo de bienvenida al mundo, y de agradecimiento por haber ayudado a mi primo adorado.

—¿Eso no provocará que tu novia se enoje contigo? No quiero causar problemas.

—Kagami entiende que me gusta ayudar a los senti-seres, ella sabe todo de mí, y confía en mí:

—Eso es genial... espero algún día encontrar a alguien así... un amor como el tuyo con Kagami, o como el de Marinette y Adrien.

—Lo encontrarás, tranquila. Hablemos de cómo vivirás a partir de ahora: tendrás un apartamento, y yo te ayudaré con dinero por 3 meses, en lo que encuentras un trabajo que te guste.

—Mmm... me gusta pelear contra los bravucones.

—En ese caso... ¿qué te parece unirte a la policía? O a las fuerzas especiales del ejército.

—¿Hay entrenamiento, riesgo y peleas?

—¡Por supuesto que sí!

—Entonces, acepto.

Félix sonrió, le satisfacía tanto resolverle la vida a un senti-ser, mucho más que a los seres humanos, de hecho, muy pocos seres humanos valían la pena, y los tenía bien identificados: Su madre, sus tías, los padres de Marinette, su amada Kagami, y la esposa de su primo. Sabía que los amigos de su primo eran buenas personas, mas Félix no iba a meter la mano en el fuego por nadie que no fuese de su familia, ya que él no conocía a la antigua clase del instituto tan bien como lo hacían Adrien y Marinette.

Adrien:
No podía creerlo. Simplemente, no era posible que Marinette haya sido capaz de hacer semejante cosa. ¿Intentar quitarse la vida?

Así de ahogada habrá estado en sus propias emociones... dijo una voz en mi cabeza, y tenía razón...

Era mi deber protegerla, hacerla sentir segura. Yo debí ser su refugio, pero ella ya no encontraba ese lugar seguro en mí, y eso me dolía... me quemaba.

No pasó ni media hora, cuando vimos salir al doctor.

—Familiares de Marinette Agreste—llamó, las chicas y yo fuimos rápidamente—La señora está bien. Se desmayo por la presión de la caída, pero ChatNoir logró atraparla a tiempo. No sufrió golpes, ni nada por el estilo. Los exámenes salieron bien, ella podrá irse a casa en cuanto despierte. Tengo entendido que la señorita Tsurugui es su psiquiatra.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora