Capítulo 11

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Adrien:
Yo acariciaba su mano, y la sentí removerse. Levanté mi vista, y ella lucía confundida. Su mirada escaneó toda la habitación, y la expresión de su rostro cambió. Vi tristeza en aquellos ojos, y miedo, mucho miedo.

—Hola, princesa—dije, tratando de mantenerme lo más calmado posible.

—Dime que no lo perdí, por lo que más quieras, Adrien, dime qué no perdí a nuestro hijo—dijo, y para cuando terminó su frase, ya se encontraba llorando.

—¿Qué? ¡No! No lo perdimos—respondí, de inmediato, intentando calmarla, ya que si se alteraba, sí que corría el riesgo de perderlo.

—¿Me lo juras?—me preguntó, y yo apreté su mano.

—Te lo juro, amor mío—dije, y besé sus manos—Nuestro hijo sigue aquí—acaricié su vientre, y ella colocó su mano sobre la mía—Hugo sigue con nosotros, y no se irá a ninguna parte, ¿vale? Pero sí nos diste un buen susto a todos, tus padres están en camino. El doctor te dejará en observación esta noche, y dijo que nada de estrés para ti.

—¡Claro! Con Lila y Ethan respirándome en el cuello, tendré cero estrés—dijo, aún molesta, mientras acariciaba su vientre.

—No pienses en ellos, princesa, ¿vale? Te hace mal, mejor piensa en...

—En ti, en nuestro Huguito—dijo, y un atisbo de sonrisa se dibujó en su rostro.

—Exacto—dije, mientras besaba su mano.

—¿Mañana me dan de alta?

—Sí, pero será en la tarde. Mamá y Natalie se quedarán en el apartamento, así seremos más para cuidarte.

Marinette:
Entonces, caí en cuenta: casi perdí a mi bebé por el maldito acoso de Ethan y Lila. Mis estudios eran importantes, sí, pero este pequeño ser que crecía dentro de mí, se había convertido en mi todo, y no podía dejar que nada malo le ocurriese. No dejaría mis estudios, no de forma permanente, solo estaba pensando en tomarme un descanso, y terminar mi embarazo en paz.

Sabía que mis padres se decepcionarían por mi decisión, pero en estos momentos, debía pensar como una madre, y una madre renunciaría a todo por su hijo. Si tenía que poner mis estudios en pausa para que Hugo naciera saludable, y bien, estaba dispuesta a hacerlo, y por supuesto, a lidiar con las consecuencias de mi decisión.

—¿Mari?—escuché la voz de Adrien, sacándome de mis pensamientos—¿Estás bien? Te quedaste pensativa—tomó mis manos—Hugo y yo necesitamos que estés tranquila, por favor...

—No estaba pensando en ellos, sino... en Hugo.

—Oh... es que... te ves preocupada.

—Lo estoy, Adrien, casi tuve un aborto involuntario hoy—suspiré—Fue causado por el estrés, lo sé, y sé que debo estar tranquila, si quiero que nuestro hijo nazca bien, o siquiera que nazca.

—Yo me encargaré de que estés tranquila, amor—dijo, y besó mi frente—te consentiré aún más que antes.

—Pero no estarás conmigo todo el tiempo; en clase, quiero decir. No podrás evitar que Ethan y Lila me sigan acosando, que me sigan agrediendo. También tienes tu vida, tus clases...

—Mi vida son tú y mi hijo, nada es más importante que ustedes.

—Adrien... sé que mis padres estarán decepcionados conmigo por la decisión que he tomado, pero creo que es lo mejor para mí, para ti, y para nuestro bebé—dije, y vi la preocupación dibujarse en su rostro—Dejaré la universidad, al menos, hasta que Hugo nazca. Para ese entonces, espero que esos dos ya estén un año más adelante que yo, y muy lejos, lo suficiente como para que me dejen en paz.

[2] En las Sombras de París [Miraculous Ladybug & ChatNoir]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora