Stupid Cupid [Steve Harrington y tú]

Feliz cumpleaños (Parte dos)

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Cuando estuve frente al chico me recibió con un abrazo, yo me reí y le correspondí el gesto para después alejarme de él aún con una sonrisa.

—Feliz cumpleaños, perdón por no haberte felicitado en la mañana, no sabía que era hoy.—Se disculpó con cierto nerviosismo.

—No te preocupes, no tenías manera de saberlo, no pasa nada.—Lo calmé y me sonrió.

—Espero no ser muy inoportuno con la hora, no quería quedarme sin felicitarte, ¿Te molesta que viniera tan tarde?.—Preguntó, yo negué con la cabeza.

—Para nada, siempre es buen momento para ver a Steve Harrington, aunque es un poco raro, cualquier persona normal hubiera esperado a mañana.

—No sería lo mismo porque mañana ya no será tu cumpleaños y no vas a poder pedir tu deseo. Que de hecho, hay que apurarnos—Caminó a su carro mirando su reloj—Sólo faltan veinte minutos para que ya no sea tu cumpleaños.

Me quedé parada esperando ver qué pretendía hacer el castaño, quién abrió la puerta del copiloto y sacó de ella una caja que tenía forma cuadrada, cada lado medía unos treinta centímetros, sacó también una bolsa de regalo y volvió a acercarse.

—¿Quieres hacer otro picnic?, ¿Esta vez a la media noche y en la calle?.—Preguntó y negué riendo.

—Mejor vayamos adentro—Sugerí y noté algo de duda en el rostro del chico—Nancy no está.

—Bien—Se encogió de hombros y entró detrás de mí, cerramos la puerta y fuimos hacia el comedor—Me gusta tu pijama.—Puntualizó. Mi pijama era algo holgada y tenía un lindo estampado de osos de peluche color café.

—Gracias—Sonreí—¿Cuál es el plan para hoy?.—Le pregunté emocionada, Steve era como una cajita de sorpresas, siempre había algo nuevo con él.

Sin decirme nada extendió la caja hacia mí y me hizo una señal para que la abriera, le dediqué una sonrisa suspicaz encerrando los ojos, abrí la caja con lentitud, encontrando dentro de ella un pastel circular de tamaño mediano, tenía una cobertura blanca que no estaba del todo lisa y estaba decorado con algunos rosetones de betún colocados en la orilla, mientras que en el centro tenía escrito con letras negras y un poco chuecas "Feliz cumpleaños _____", sonreí más y me tapé la boca con una mano.

—No me digas que...—Inicié y me quedé callada con la intención de que él entendiera lo que quería decir, y así fue.

—Yo lo hice—Finalizó—Me ayudó la mamá de Dustin, lo siento si no tiene la mejor decoración, creo que no soy muy buen pastelero.—Se rió.

—¿De qué hablas? Es el mejor pastel del mundo.—Respondí casi gritando por la emoción, no podía creer que se tomara el tiempo de hornear un pastel para mí, quería abrazarlo y no soltarlo jamás.

—¿Lo quieres partir?.

—Claro que quiero.—Me levanté a buscar un cuchillo, cuando lo encontré y volví a voltear hacia la mesa ví a mi acompañante encendiendo una velita que también había sido traía por él, me moría de ternura al ver que había pensado en cada detalle.

—Espera, aún falta algo.

Lo miré expectante mientras él sacaba algo de la bolsa, luego me extendió un gorrito de cumpleaños, de esos que son cónicos y tienen un elástico, yo me lo puse provocando en él una sonrisa. Me senté apresuradamente con una alegría impresionantemente grande, repentinamente recordé algo que me hizo dejar de sonreír inconscientemente.

—Falta algo más—Agregué—¿Puedo invitar a Mike?.—Pregunté y él asintió.

Volví a sonreír y me levanté, le dí un abrazo fuerte y corrí escaleras arriba, me acerqué a la habitación del pelinegro y podía escuchar que hablaba con alguien, toqué la puerta y entré en cuanto me dió la indicación de que podía hacerlo, encontrándolo con su supercom en la mano, hablando con Jane a través del mismo, me miró esperando a que dijera qué era lo que quería.