Gato encerrado

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[Steve]

—¿Qué es eso?.—Le pregunté al chiquillo, él no me contestó, sólo apartó la mirada sin dejar de extender el brazo con el papel, así que hice lo que quería y lo agarré.

"Me gustas mucho porque eres muy especial y tienes un cabello increíble:) ¿Quieres ser mi novio?

De: _____.

Para: Joseph"

Después de leerlo me reí nerviosamente mientras negaba con la cabeza.

—No, esto debió haberlo escrito otra _____, esta no es su letra.

Había releído la mini carta que me había dado tantas veces que ya podía identificar su letra y era evidente para mí que la letra con la que estaba escrito el papelito entre mis manos era idéntica, pero no podía creerlo, no quería hacerlo.

—Steve...

—Debe haber muchas _____ en el mundo.

—Steve...

—¡Y Joseph no tiene un cabello increíble! Por Dios.

—¡Steve!.—Dustin levantó la voz y me miró seriamente. Apreté los labios cuando sentí que mi garganta empezaba a obstruirse con un nudo.

—No es de ella—Negué con la cabeza en un hilo de voz—No puede ser de ella, ella nunca haría algo similar.

—Amigo—Puso una mano en mi hombro—Es su letra. En serio lo siento.

Y entonces todo se fue a la basura, me senté en la cama y me sequé la lágrima que no había podido contener mientras jalaba aire para intentar calmarme.

—Llora, está bien, sé que es difícil, no tienes que ocultarlo.—Se sentó a mi lado con suavidad.

—Todo fue una maldita mentira otra vez—Le dije recordando cómo Nancy me había dicho que nuestra relación, la única relación que para mí había sido real, para ella había sido algo fingido y una mentira—Otra vez soy el único que fue sincero.

—Al menos lo descubriste a tiempo, aún no es tu novia.—Intentó consolarme, pero eso sólo me hacía sentir peor, yo creía que ella estaba esperando a que yo le pidiera iniciar un noviazgo, pero al parecer no tenía problema en ser la que diera el primer paso, sólo que no había querido hacerlo conmigo.

—¿Sabes qué? Tienes razón—Contesté, no quise preocuparlo—No pasa nada, no éramos nada. Gracias por decirme, en serio.

—No iba a ocultarte algo así.

—¿De dónde sacaste la nota?.

—Alguien la dejó con la correspondencia, venía en un sobre que decía que era para mí.

—¿Aún tienes el sobre?, ¿Quién te lo envió?.

—No, lo tiré a la basura, pero no decía nada sobre el remitente—Dijo con rapidez—Y mejor no te tortures con esas cosas, eso no es importante.—Yo asentí cuando acabó de hablar.

—Te veré después, ¿Está bien?.—Le dije en un intento de hacer que se fuera sin sonar grosero.

—¿Seguro?.

—Sí, tranquilo, estaré bien.

—Steve, ya te lo dije, no tienes que hacerte el fuerte conmigo, puedo quedarme.

—No, la verdad preferiría estar solo.—Lo miré con seriedad y él suspiró resignado.

—Bien, vendré a verte en la mañana, ¿Está bien?.

Stupid Cupid [Steve Harrington y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora