Stupid Cupid [Steve Harrington y tú]

El nuevo proyecto

[_____]

Estaba aburrida perdiendo el tiempo en el centro comercial, los padres de Steve habían llegado al pueblo después de estar semanas fuera por un viaje de negocios, así que él estaba con ellos, por mi parte yo estaba aquí por obra de Mike, él iba a ver a Jane y había insistido demasiado en que viniera, pues según él me iba a aburrir mucho en la casa, al principio le dije que no, pero no quería callarse y terminé cediendo, incluso me propuso que entrara con ellos al cine pero yo no quise arruinarles la cita, así que me negué, sólo estaba caminando por ahí en lo que salían.

Cuando me resigné a no encontrar nada qué hacer me senté en una banca afuera del cine, sonreí un poco cuando recordé que era la misma banca en la que estaba cuando Dustin obligó a Steve a quedarse conmigo, recordé también que me lo había "prestado" porque según él me veía aburrida, en aquella ocasión no lo estaba, pero ahora sí.

Eché la cabeza hacia atrás preguntándome porqué no aparecía Dustin de la nada como ese día, ya tenía varios días sin verlo, sería bueno conversar unos minutos con él.

Repentinamente mis pensamientos fueron interrumpidos por la sensación de que alguien se sentaba a mi lado.

—Tú no eres Dustin.—Dije sin pensar cuando miré a mi lado, temí haber sonado grosera pero ese miedo se esfumó casi de inmediato, pues escuché reír al recién llegado, me alegré de que se lo tomara bien.

—Eso lo sé, he vivido conmigo mismo el tiempo suficiente para aprenderme mi propio nombre.

—Claro, sólo pensé en voz alta, perdón Joseph.

—No te preocupes, ¿Esperas a alguien?.

—No. Bueno, sí, a mi primo y a Jane, se metieron al cine hace como media hora.

—Las películas suelen durar más de una hora y media, ¿Piensas quedarte aquí una hora más?.

—Pues... Sí, ese era mi plan.—Confesé y él se rió.

—Ven conmigo.—Se levantó y me entendió la mano.

—¿A dónde? Podrías ser un secuestrador.—Me negué, él volvió a reírse, pero no era un chiste, realmente podría ser un secuestrador, no lo conocía bien.

—Vamos _____, somos amigos, ¿No?.

—Sí, claro.—Confirmé para no ser grosera, pero para mí no lo éramos.

—¿Entonces?, ¿Vas a venir?.

—No puedo, tengo que esperar a mi primo.—Justifiqué.

—Él no va a salir ahora, ¿De verdad piensas estar aquí como policía cuidando que nadie se lo lleve durante más de una hora? No tenemos que ir a otro lado, hay muchas cosas por hacer aquí dentro, volveremos justo a tiempo para recoger a Mike.

Joseph tenía toda la razón, no quería quedarme aquí una hora, pero tampoco estaba segura de querer ir con él, no lo conocía mucho y por lo poco que lo había tratado no me caía mal pero tampoco sentía una especial curiosidad por conocerlo a fondo.

—No creo que sea buena idea.

—Claro que sí lo es, podemos ir al arcade.

—Dijiste que no teníamos que salir de aquí.

—Sí, tienes razón—Se quedó pensando—Ya sé, si quieres ser policía, ambos podemos serlo.

—¿Qué?.

—Me quedaré aquí contigo—Se sentó de nuevo—Nos haremos compañía.

Abrí la boca para preguntarle si no tenía algo qué hacer, pues me parecía muy extraño que simplemente decidiera pasar más de una hora conmigo así de la nada, pero pensé que mi pregunta sonaría mal y mejor la omití, ¿Qué tan terrible podría ser estar unos minutos con él? No más terrible que estar todo ese tiempo sola.