Me sobresalte, estaba desorientada, pestañe, pero mi visión no era clara, no sabía dónde estaba, me moví con brusquedad lo cual provoco un ligero dolor en mi brazo izquierdo, me sentía atada, eso me desespero, no podía ser posible que aun estuviera en ese sótano.
- Tranquila amor estas bien – Escuche la voz de Jen – Estas a salvo – Pestañe varias veces.
- ¿Dónde estoy? – mi voz sonaba ronca, apreté los ojos, respiré profundo, la garganta me molestaba un poco.
- En el hospital – Acaricio mi mejilla, lentamente abrí los ojos.
Pestañe varias veces hasta que logre tener una vista clara de donde estaba, el típico color blanco de las habitaciones del hospital, el sonido del monitor, tenía colocado un suero en mi brazo izquierdo, por eso me había dolido cuando me moví, a mi derecha estaba Jen con aspecto cansado, pero sonriéndome.
- ¿Quieres agua? – Asentí.
De inmediato tomo una jarra que estaba junto a mi cama, la vi servir el vaso en el agua y por un instante pude ver que realmente estaba agotada, le tembló la mano por el peso de la jarra y me fije bien que estaba usando su mano izquierda, llevaba una férula en su mano derecha, dejo en su lugar la jarra para acercarse más a mí, primero subió un poco la cama para que quedara sentada, me ayudo a tomar agua, líquido que me cayó de maravilla, aliviando un poco la molestia que sentía en la garganta.
- ¿Quieres más? – Me pregunto.
- No, gracias – Dejo el vaso en la mesita – ¿Qué tiempo llevo inconsciente?
- Tres días – Alce las cejas sorprendida – Gracias a Dios despertaste, los doctores estaban temiendo que cayeras en un coma, aunque era una de las posibilidades.
- ¿Por qué?
- Te inyecto una droga muy fuerte, por suerte no fue una gran cantidad, pero te afecto, por eso estabas tan débil.
- Cuando intentaba escapar me clavo una inyección en un brazo, pero logre quitármela.
- Esa fue la suerte, de haberte puesto una dosis más alta pudo haber sido mortal – Dijo con voz triste – Pero por suerte estas bien – Dijo tomando mi mano dándole un beso.
- ¿Qué te pasa amor? – Estaba triste, podía verlo en sus ojos, aunque quería disimularlo.
- Yo – Bajo la vista – Quería pedirte perdón.
- No amor tu...
- Cuando entre a esa casa te busque por todas partes, me desespere al no encontrarte – Estaba atenta a lo que me estaba contando, ella estaba al borde de las lágrimas – Yo no pude controlarme.
- ¿A qué te refieres?
- Le hice daño – Dijo con lágrimas corriendo por su rostro – Lo vi y no pude controlarme, perdóname por favor – Rompió en llanto.
- Amor, amor por favor – Dije acariciando su cabeza – Cuéntame que paso.
- Yo... yo... – El llanto impedía que pudiera pronuncian más de dos palabras a la vez.
- Tranquila mi vida por favor, cálmate pequeña.
Acariciaba su cabeza, ella se acercó aún más recostando su cabeza en mis piernas recibiendo mis caricias, su llanto se fue deteniendo poco a poco, me preocupaba verla así de frágil, ella no era la persona más fuerte del mundo, pero no era tan fácil hacer que se quebrara y eso era lo que me preocupaba.
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Quiero conocerte
JugendliteraturJennifer parecía tenerlo todo, era popular, estrella del equipo de basquetbol, respetada por su temperamento, pero lo que todo el mundo veía no era ella, pero a su parecer a nadie parecía importarle nada mas. Amy solo escuchaba los rumores sobre Jen...