Capítulo 47

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Pude notar que Amy estaba más callada de lo normal desde que salimos de su casa, aunque me dijo que solo necesitaba tiempo con sus padres sabía que algo más pasada, cuando llegamos a mi casa, estaciono en la cochera y se bajó sin decir nada, la cabeza me estaba empezando a doler así que mientras ella sacaba las cosas de Parky y las ponía en su lugar me tome una pastilla para el dolor, mientras tomaba agua vi que sacaba de la mochila un folder lo cual me extraño.

- ¿Qué es eso? – Dije dejando el vaso en el lavaplatos.

- Lo que debía de recoger en mi casa.

- ¿De qué se trata?

- No lo sé – Suspiro con pesadez – Pero es de parte de mis padres.

- ¿Quieres leerlo? – Asintió – ¿A solas? – Volvió a asentir – Entiendo amor, no te preocupes – Bese su cabeza con delicadeza para no lastimarme – Subiré las cosas a mi habitación y me daré un baño en lo que terminas, cualquier cosa avísame de inmediato.

- Está bien amor – Me abrazo – Gracias.

Bese nuevamente su cabeza, salí de la cocina, como dejamos las mochilas al pie de la escalera no tuve que salir de nuevo, las tome y subí a mi habitación, Parky me seguí a todos lados, me puse a jugar con él un buen rato, pero me estaba empezando a preocupar, Amy estaba tardando demasiado, de todas maneras, no baje a verla, me di cuenta de que necesitaba su espacio y no quería molestarla.

Me di un largo baño, mientras me miraba en el espejo pude ver bien la herida de mi labio, no era un gran corte, pero dolía como el carajo, me puse el ungüento sobre el corte, salí del baño envuelta en la toalla asustándome un poco al ver a Amy sentada en la cama con la mirada perdida, me encaminé más rápido hacia ella.

- ¿Estás bien? – Pregunté con preocupación, en su rostro pude notar que estaba llorando – ¿Amor que sucede?

No me respondió, solo levanto la mano dándome un papel, lo tome sin entender que quería, deje el papel en la cama y trate de abrazarla, pero ella negó ligeramente, volvió a tomar el papel pasándomelo nuevamente con una pequeña sonrisa, eso me calmo un poco, tome el papel que me ofrecía otra vez leyendo con calma, mis cejas se iban elevando cada vez más mientras leía el papel que resultó ser un documento, lo releí una vez más antes de mirarla con sorpresa.

- ¿Un título de propiedad? – Ella asintió – Tiene tu nombre.

- Mis padres me han cedido la casa – Me dijo con una triste sonrisa – Ya se han divorciado, en resumen, de esto – Dijo levantando otro papel que parecía una carta – Esto es algo para compensar lo malo que me lo han hecho pasar, ellos pagaran la remodelación de la estructura, dígase pisos, tuberías, techos entre otras cosas, como saben que me quedare en la universidad hasta terminar piensan que tendré tiempo para ahorrar lo suficiente y cuando esté lista para mudarme puede decorarla como quisiera.

- ¿Y tu mamá?

- Se ira a casa de mi tía, algunas de las cosas se las llevaran a casa de mi tía para remplazar algunas cosas de ella que ya no funcionan bien y las otras las donaran.

- Vaya, no sé qué decir, felicidades – Dije con sinceridad – ¿Cómo te sientes?

- Bien creo, no sé, me sorprendió en realidad.

- Me habías comentado que ya que tus padre se estaban comportando mejor te gustaría seguir viviendo en el área en vez de irte lejos, además ahora no tienes que preocuparte por comprar una casa.

- Pues sí.

- También, podrás decorarla a tu gusto – Sonreí, pero al ver que bajaba la vista dejé de hacerlo – ¿Qué pasa?

Quiero conocerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora