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Joaquín escuchó la alarma, la puerta metálica se abrió frente a él. Entró al pasillo y se sentó frente a la ventanilla.

Una Alfa alta apareció, siendo escoltada por dos guardias. La sentaron con brusquedad frente a la ventanilla. Joaquín se mordió la lengua al verla sonreír, de forma casi macabra.

La Alfa levantó el teléfono que los comunicaba, al mismo tiempo que Joaquín.

- ¿Pero que tenemos aquí? - preguntó de manera tierna, mirando de reojo a los guardias aún cerca de ella -. Después de 13 años... ¿vienes a ver a papi?

Joaquín se recuerda las razones para estar sentado allí.

Flashback

«Emilio caminaba en círculos frente a él, Joaquín estaba sentado en la cama del Alfa, con su manos unidas sobre sus piernas.

- No. No puedes ir a ese lugar. - bufó Emilio, sin dejar de caminar en circulos.

- No te pregunté. Sólo te estaba avisando, Alfa. -. El Alfa se detuvo y se puso frente a él, agachándose para estar a su altura -. Te aviso porque me importas, quiero que me acompañes en ésto.

Emilio exhaló, rindiéndose al Omega. El Alfa acarició su mejilla, Joaquín respondió llevando su mano a la del rizado e inclinándose a su tacto.

- No tienes que hacerlo..., no debes probarle nada.

- Prometí dejar mi pasado atras... - recordó el Omega -Necesito hacer ésto, Emilio. Me encantaría que me acompañaras... por favor.

- Um. Bien, iremos. - cedió, Joaquín formó un pequeña sonrisita -. Pero en cuánto sientas que se sale de control, volverás a mí.

- Emilio. - resopló el Omega, apartando su cara y cruzándose de brazos.

- Promételo, Omega. -. Joaquín mordió su labio -. Cuándo sientas que ya no puedes, sales de ahí.

- Lo prometo.»

Fin Del Flashback

- ¿Vienes a invitarme a tu boda? - preguntó la Alfa, viendo la corona de flores doradas sobre la cabeza de Joaquín y chistó -. Llegaré algo así cómo... 47 años tarde, hijo.

- Yo no soy tu hijo. - dijo Joaquín, apretando el teléfono -. Nunca voy a invitarte a nada.

La Alfa rió, pasó la lengua por sus dientes superiores y miró a los lados, todos estaban muy ocupados en lo suyo. Vanessa se inclinó sobre la pequeña tabla entre el cristal y ella.

- ¿A que vienes, basurita?

Joaquín pasó saliva. Llevó, inconscientemente, su mano al dije de su collar.

- Vine a decirte que no te tengo miedo - La Alfa se rió, Joaquín se mordió su mejilla interna - Te vas a pudrir aquí dentro y yo, yo tendré una familia - Joaquín le sonrió con amargura -. Y voy a ser muy feliz, a pesar de tí.

- Tú no puedes ser feliz, Joaquín - Vanessa le sonrió con falsedad, luego poniéndose sería -. Porque todo lo estropeas.

- No es cierto.

- No puedes darle a tu Alfa una familia: porque así cómo mataste a tu madre, tu cachorro te vá a matar, estúpido.

- Yo no lo maté. - masculló Joaquín.

Alatz // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora