Alatz // Adaptación Emiliaco Omegaverse

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Joaquín despertó sintiendo a Temo inquieto, miró con rapidez a su lado, Alatz estaba bien...

Sus manos pasaron por sus ojos, tratando de quitar el sueño de su cuerpo.

— ¿Ahora también invades casas? — Joaquín se asustó y volteó hasta la voz, se hizo pequeño al ver al Alfa recostado en el umbral de la puerta.

— Emilio... — Joaquín se puso de pié — Lo siento, puedo explicarlo. — Emilio le examinó el rostro y arrugó la nariz.

— Lunas... Ven. — solicitó caminando en dirección al pasillo. Joaquín lo siguió con timidez, desde una distancia prudente.

Recuerda, Joaco. No hay que temer, no todos los Alfas son peligrosos. 🐺

Es nuestro Alfa, no vá a dañarte. 🐺

Joaquín suspiró, aún se estaba acostumbrando a que su lobo lo reconfortara. Emilio entró al baño y esperó al Omega, quién se quedó fuera.

— ¿Joaquín?, pasa.

Joaquín entró dudoso, hasta estar frente al Alfa. Cruzaron miradas unos instantes, hasta que Emilio pidió permiso para poner sus manos en la cintura del Omega. Joaquín se dejó guiar, terminó sentado en el inodoro cerrado.

— Emilio, ¿qué -

— ¿Qué tan fuerte te golpeó mi cachorro? — preguntó Emilio mientras sacaba una cajita de uno de los estantes. Joaquín frunció el ceño.

— ¿Eh? — Emilio volteó hasta él con un algodón en la mano y se arrodilló justo frente a él.

— Ésto puede doler... — avisó el Alfa — Tienes sangre aquí. — Joaquín siseó cuándo Emilio deslizó el algodón por un lado de su frente.

— Ni siquiera lo había notado.

— ¿Con que te lo hizo? — murmuró Emilio, concentrado en limpiar la sangre alrededor de la pequeña herida.

— Uh, no lo sé. Jugamos una guerra de almohadas, pero cuándo me caí no me golpeé mi cabeza... — Emilio colocó un curita cuándo terminó y lo miró a los ojos.

— Alatz es fuerte, ten más cuidado a la próxima. — advirtió el Alfa y se levantó — ¿Quieres comer?, supongo que tuviste una tarde intensa... — Emilio salió del baño dejando a Joaquín sólo.

¡Vamos! Muévete, Joaco. 🐺

Joaquín mordió su labio. Era todo tan confuso, ¿porqué el Alfa lo trataba así? Era distante, pero delicado... no parecía enojado.

Él, literalmente, se había desaparecido, había vuelto cómo si nada y ahora estaba en su casa cómo si fuera suya. Joaquín no lo comprendía, esperaba un Alfa enojado.

Humano... hablamos de ésto. No saques conclusiones, pregunta sobre todo mejor. 🐺

Vamos. Nos está esperando. 🐺

Joaquín llegó hasta la cocina, dónde Emilio cortaba unas verduras sobre una tabla en la mesa. Levantó la vista un segundo cuándo sintió el aroma del Omega.

— Emilio, yo -

— ¿Vas a volver a irte?, porque no puedo soportar ver a mi cachorro esperarte frente a la ventana. — comentó mientras picaba con más fuerza. Joaquín mordió el interior de su mejilla y bajó la mirada — La primer semana casi no lo notó, estuvo con su tío, fué mi celo. Pero las 2 siguientes... por la Luna, preguntó cada día por tí, ¿sabes? — Emilio sirvió todo lo que cortó en un recipiente y se limpió las manos, observando a Joaquín — Antes que yo, está él. Si vas a hacerlo feliz, Lunas, sólo hazlo. Sino vete ahora, antes de que se despierte.