- No quiero trampas, cachorros. Si alguno es descubierto será descalificado y no habrá pastel para ninguno. - advirtió Joaquín.Los niños jadearon sorprendidos y se miraron entre ellos con los ojos entrecerrados.
Una carrera estaba por empezar, correrían alrededor de la casa y Scott (lobo de Diego) sería una especie de árbitro.
Scott estaba sentado sobre sus patas traseras, movía su cola feliz mirando a los niños. Le emocionaba que su sobrino le haya dado una tarea tan importante.
Los demás adultos observaban con una sonrisa, los pequeños comenzaron a cambiar y varios lobitos aparecieron, poniéndose unos junto a otros.
Las reglas eran fáciles, correr hasta darle la vuelta a la casa. Joaquín los esperaría justo en la línea de salida, el ganador tendría una bolsa de dulces cómo premio.
- En sus marcas. Listos. ¡Fuera! - gritó Joaquín.
Los lobitos corrieron y Scott los siguió de cerca. Los Omegas Osorio, padres de Emilio, alentaron a su nietito. Los Alfas Barquín, padres de Joaquín, gritaban por los suyos.
Nikolás suspiraba acariciando su pancita con una mano y con la otra la cabecita de su pequeño dormido junto a él.
Los amigos de Emilio alentaban por su pequeña amiga. Una Omega, Alatz era amigo de una Omega, Emilio estaba más que feliz.
Roy, Emilio y Eduardo alentaron en silencio, habían hecho apuestas a escondidas. Cada quién le jugaba a un pequeño, todos confiaban en su lobito.
Joaquín saltó feliz cuándo vió al primer lobito ó lobita casi llegar a él, Scott venía detrás. Lo perseguían dos lobitos más.
Se movían rápido, todos queriendo ganar. Mika, en primer lugar y loba de Rebeca, se estrelló con Joaquín. Samuel y Cleopatra no alcanzaron a frenar.
Todos hicieron una mueca de dolor.
Joaquín soltó un gemido doloroso, que alertó a los Alfas. Los presentes fruncieron la nariz al percibir el aroma sutil a pánico que se expandía por el aire rápidamente.
- ¡Joaquín!
Emilio corrió hasta el Omega. Laura y Francisco le dieron una mirada preocupada a sus hijos, caminando detrás del Alfa. Eduardo y Roy se acercaron con rapidez sabiendo cómo acabaría ello.
- Lo siento, Omega.
Joaquín definitivamente no planeaba ésto: el cumpleaños número 5 de su cachorro... terminó en una sala de emergencias.
Pasaría la navidad y su cumpleaños enyesado, genial.
Los pequeños se sentían tan culpables, estuvieron con el Omega hasta que se marchó al hospital.
Emilio observó el yeso en el brazo de su pareja, aún le dolían las sensaciones que compartía con él.
Joaquín lo miró con sus ojitos mojados, él arruinó el día de su cachorro. Lo arruinó, ¿Realmente lo hacía siempre?
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Alatz // Adaptación Emiliaco Omegaverse
FanfictionDónde el cachorro de Emilio reclama al Omega de Joaquín, cómo su mami. «Gracias por elegirme de entre todas las almas perdidas de éste mundo» Adaptación Omegaverse Autorizada Todos los créditos son de la autora original @Illbeyourlight_2809. Grac...