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La última semana estaba finalizando.

El cortejo también.

La noche era el escenario que hoy los envolvía. Emilio y Joaquín estaban en una pequeña casa, con un gran patio y apartada de todas las personas.

Un sitio perfecto para la ocasión, el Omega estaba arrodillado junto a la fogata, mirando a Emilio frente a él.

- Debo preguntar... ¿Quieres continuar con el cortejo? -. Emilio suspiró -. Sabes que luego de ésto, no hay vuelta atrás.

- Lo sé. - le aseguró Joaquín - Quiero que seamos eternos.

- Cómo desees, Omega. -. Emilio respiró hondo y sonrió -. El último día de nuestro compromiso ha llegado, amor. A partir de hoy y por el resto de nuestras vidas, te pertenezco.

- A partir de hoy y por el resto de nuestras, te pertenezco, Alfa.

Emilio se puso de pié, extendiendo su mano hasta el Omega, quién la tomó; dejándose ayudar para ponerse de pié.

Emilio dejó un besito en los labios del Omega y dieron una vuelta a la fogata tomados de la manos. Caminaron dentro de la casa, con los pies descalzos dejando rastros de tierra.

Se detuvieron frente a la mesa. Joaquín se mordió el labio cuándo el Alfa le quitó, con delicadeza, la corona de su cabeza; enserio le gustaba usarla.

Emilio continúo con el pin, lo retiró con lentitud de la prenda del Omega y lo dejó reposar junto a la corona.

El Alfa cruzó miradas con Joaquín, cuándo acarició su brazo hasta su mano, levantándola con amor; para retirar el anillo de su dedo.

- El fuego es: voluntad. Tenemos la voluntad suficiente para seguir adelante, amor mío. Podremos con lo que está por venir, juntos.

El Omega batió sus pestañas con timidez, haciendo suspirar al Alfa que besó su cabello, acariciando su cuello.

Emilio tomó la pulsera de la mesa, Joaquín levantó su mano para que pudiera ponerla allí. Emilio la abrochó y Joaquín bajó a su posición inicial.

- El fuego es: energía, es armonía. Cómo nosotros, no tiene principio ó final, no existe un tú, ni un yo. Sólo somos un nosotros. - explicó el Alfa - Ésta pulsera alrededor de tu muñeca, lo único que portas, simboliza mi protección.

- El fuego es: destrucción, creación. - comenzó Joaquín -Habrán momentos malos, momentos buenos. Eso debemos afrontarlo, una relación real, tiene altibajos - Joaquín tomó la cajita sobre la mesa y sacó con cuidado la tapa -. Creemos una familia, destruyamos lo que nos daña.

Joaquín dejó la caja con su tapa en la mesa, quedando en sus manos la pulsera y el collar de unión. Joaquín se lo extendió a Emilio.

El Alfa tomó ambas cosas, abrió el candado de la pulsera con la pequeña llave de su collar y la cerró en la muñeca libre del Omega.

El collar volvió a manos de Joaquín, Emilio se agachó, el castaño pasó por encima de la cabeza del Alfa la cadena del colgante.

- Hoy sello mi unión contigo, Joaquín Barquín. -. Emilio tomó las manos de Joaquín entre las suyas -. Yo Emilio Osorio te tomó cómo mi Omega, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Hasta que en nuestra próxima vida, nos volvamos a encontrar.

Joaquín derramó lágrimas cuándo vió caer las del Alfa. Hipó ligeramente, asimilando la situación. Respiró hondo y soltó un risita pequeña, contagiando al Alfa.

- Hoy s-sello mi unión contigo, Emilio Osorio - Joaquín le dió al Alfa una sonrisa radiante, que no se pudo contener, con la vista nublada por las lágrimas y sus ojitos haciéndose pequeños - Yo Joaquín Barquín te tomó cómo mi Alfa, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza. Hasta que en nuestra próxima vida... nos volvamos a encontrar.

El Alfa rió y tomó la cara de Joaquín en sus manos, uniendo sus labios en un tierno beso.

Se dirigieron entre besos al gran nido que se empeñaron en armar durante el día. Emilio recostó a su Omega con delicadeza en el nido

Las prendas fueron retiradas, los accesorios con ellas. Todo fuera del nido. La casa era iluminada con velas, en lugares seguros. La oscuridad no reinaría nunca más sobre ellos ó su relación.

Un encuentro que juró ser mágico, entre un Omega y su Alfa. Una historia que aún no tenía forma. Pero cómo el agua, se adaptaría, cómo la tierra, resistiría, cómo el aire, se liberaría y cómo el fuego... Oh, cómo el fuego, no tendría dimensión alguna.

Ser una simple historia más no estaba en el plan. No serían una gran historia de amor..., ellos serían La gran historia de amor.

Los colmillos del Alfa atravesaron el cuello del Omega, haciéndolo soltar un grito que anunciaba que faltaba poco para que todo comenzara.

El Alfa observó con adoración la marca abierta en el cuello de su amante, la sangre se escurría de sus labios y se esparcía por la piel acaramela de su chico. El Alfa lamió la herida, limpió la sangre con su lengua y acercó su propio cuello hasta la boca de su amor.

El Omega, olfateó aún aturdido por su propia marca, dejando a su instinto moverlo a su antojo, halló un lugar perfecto y abrió su boca. Sus colmillos hicieron acto de presencia, enterrándose justo debajo de la oreja del Alfa. Lamió la herida, ayudándola a cicatrizar.

Temo y Aristóteles se atendieron mutuamente, hasta estar satisfechos con sus mordidas. Dejando los cuerpos de sus humanos con unas perfectas marcas en sus cuellos.

Sus almas danzaron mientras se mezclaban, siendo el destino el mejor espectador de su creación. Porque cuándo ya sabes que dos almas van a encontrarse, lo mejor del relato, es la parte en que las ves dejar de ser dos, para convertirse en un sólo sentir.

Pueden ser un Alfa y su Omega.

Ser prisioneros en una caja de cristal. Tener un final trágico, dónde uno de ellos se pierde ó un final poderoso, en el que gobiernan su propio plano espiritual. Un comienzo a raíz de una burla, un comienzo a raíz de una deuda, dá igual. Del odio al amor hay un sólo paso, una sola fotografía. Pueden enamorarse en lo que dura una película ó a travez vez de una línea telefónica. Que todos creen que desencajan, que les cueste aceptar sus sentimientos. Sea un cantante ó un modelo, un militar ó un cocinero.

Sean lo que sean, siempre acaban juntos. El destino sabía que hacer, con sus hilos de amor.

El destino sabía que estaban hechos el uno para el otro.

El destino sabía que estaban hechos el uno para el otro

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Bueno con éste capítulo termina el cortejo.

Espero les hayan gustado los capítulos.

Hasta el próximo capitulo AlbertXioW.

Alatz // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora