Hubo un punto en que me temía perder a mi hermana, luego de que su novio Oliver muriera hace poco más de dos años. Ella entró en una fase depresiva muy fuerte y tomaba medicamentos. Ese chico no era de los que mis padres querían, era malo, se vestía extraño, y se drogaba. Lo encontraron muerto bajo un puente peatonal con un disparo en la cabeza.
Aún recuerdo las noches en las que pasó conmigo en mi habitación, viendo películas hasta que se quedaba dormida. Me partía el alma verla así de devastada, incluso llegué a pensar que ella se quitaría la vida debido al dolor de haber perdido a su novio. Ella lo amaba a pesar de todo; muchas veces me aseguró que no le importaba sus diferencias, que ella lo amaba de verdad. Creo que duraron un año o menos, pero la única vez que lo conocí, Oliver parecía amarla también.
Perder a mi hermana no era la manera en la que me hubiera gustado iniciar noviembre. El mes le pega fuerte al frío de la temporada y de la ocasión. Willow prefería el calor, porque podía ir a la playa con su mejor amiga y quemarse la piel, cosa que hacía para fastidiar a mamá. Willow estaba llena de energía, a pesar de lo que pasó con Oliver, ella estaba allí, ocultando sus sentimientos.
La muerte de Willow ha sido algo muy perturbador, como si yo hubiera estado navegando en una canoa por el lago y hubieran tirado una roca enorme para agitar el agua. No sé cómo seguir sin derrumbarme, no sé qué hacer ahora. Me siento impotente por no poder hacer nada más que llorar. Al menos, intentaré seguir adelante como ella quería, honrando una promesa que nos hicimos hace años.
Drystan termina de tocar su melodía suave y triste en el piano. El chico sabe manejar muy bien ese instrumento. Se levanta en silencio y se une a las demás personas que rodean el ataúd de Willow, listo para ser enterrado. Trato de memorizar su rostro pálido que aún es visible, su cabello rubio peinado con suavidad. Ojalá pudiera haber visto una última vez sus ojos ámbar. Si tan solo hubiera llegado antes... al menos me hubiera despedido, tal vez le hubiera dado un abrazo y le habría pedido un manual para sobrevivir aquí.
—¿Proseguimos? —nos pregunta un encargado del cementerio, listo para dar la orden de bajar el féretro.
Los tres asentimos, tratando de controlar las lágrimas que nos inundan en medio del frío otoñal. «Hermanita, te voy a extrañar mucho», pienso para mí, esperando que su alma lo escuche. Cierran por completo la madera y empiezan a bajarla a donde permanecerá por el resto de la eternidad. No habrá más risas, no habrá más llantos, no habrá nada de lo que compartimos durante su existencia. Una parte de mí está siendo enterrada junto con ella.
Muchos nos acompañan en el duelo, algunos más calmados que otros. Entre ellos, los gemelos frente a mí. Asher llora desconsoladamente, pero... no Drystan. Parece de lo más calmado posible, como si nada le afectara. Es la misma expresión que vi ayer cuando encontramos a Willow en su habitación.
A decir verdad, nunca me agradó ese tipo. Willow trataba de convencerme de lo contrario, pero no era fácil. Es decir, empezaron su relación a solo tres meses de Oliver. Había presión de mis padres, sí, pero Drystan no estaba convencido en un inicio y luego mágicamente se hicieron pareja. A Asher sí le gustaba mi hermana. Drystan no dio señales de eso hasta el último minuto.
La tierra empieza a ser regada sobre el ataúd de mi hermana. Eso cubre lo último que queda de ella en cuerpo. Era mi mejor amiga, la que me escuchaba y aguantaba en mis alocadas conversaciones sobre las cosas que hice. Hace poco tiempo nos escapamos a una fiesta y nos ligamos a medio mundo (cabe recalcar que fue antes de Alice). Ella era la belleza y la inteligencia, yo era la locura y desfachatez.
Como si no fuera poco, las primeras gotas de lluvia empiezan a caer. La gente abre sus paraguas y se regresan a la carpa alejada. Toman asiento, frotándose las manos por la tarde fría y helada, perfecta para congelar los sentimientos. Los únicos que nos quedamos en pie somos Drystan y yo, uno a cada lado de la sepultura. Él está ido, en otro mundo que no es el nuestro.
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Un Solo Camino ©
RandomKier Evanson era relativamente feliz con la vida que llevaba, siempre mostrando una personalidad risueña con sus padres, vecinos y novia. Pero la muerte de su hermana Willow volcará todo lo que creía saber de sí mismo y de su familia, especialmente...