Nada lo detiene. Corre más rápido que yo, no me deja seguir un camino recto. Ni siquiera las vallas de seguridad de cada juego que paso saltando lo dejan atrás. Cada que pido ayuda, cada que me acerco a alguien a decirle que me están persiguiendo, Vincent desaparece de la vista de todos, dejándome como el puto payaso que soy. Ahora mismo no lo veo por ninguna parte.
—Camina calladito —me dice el mismo chico de hace poco, pasándome su brazo por mis hombros y mostrando un cuchillo bajo su chaqueta. Me acaba de agarrar de improvisto, mierda, ¡mierda!—. Agacha la cabeza y camina calladito si no quieres que te haga daño.
—¿Qué le hiciste a Drystan?
—Si te refieres al rubio, debe estarse desangrando en el árbol que lo dejé atado.
El frío se apodera de mi cuerpo. Esto no es verdad, esto no está pasando. Un nudo en la garganta se me forma, cada vez presionando más por el dolor de esa afirmación. Así no debía acabar, este no es el fin.
El chico me lleva al bosque, donde las luces apenas llegan hasta aquí. Enciende una linterna para no tropezar, y me guía un par de metros más hasta donde está Vincent, apoyado a un árbol con la mirada seria.
—Aquí está lo que me pediste. —Las palabras del chico se ven acompañadas con un fuerte empujón que me tira al suelo junto a la linterna. Veo que Vincent le tira un fajo de billetes antes de que se marche, dejándome a solas con el que se supone es mi padre. Consigo sentarme en el suelo.
—Al fin te pude encontrar —dice él con la voz baja. Intenta acercarse, por lo que me arrastro por el suelo para mantener la distancia.
—Quédate allí. No te... no te me acerques. ¿Qué le hiciste a Drystan?
—Nada. Le dije que solo lo deje inconsciente.
—¿¡Entonces por qué me dijo que estaba desangrándose en un árbol!?
—No lo sé. Te prometo que no le di ninguna orden de matarlo. —Hace otro intento de acercarse, así que obtiene la misma respuesta de mi parte—. ¿Me tienes miedo?
—No, solo es mi conducta de gusano de bosque. ¡Obvio que sí! ¡Nos estabas persiguiendo con arma en mano ese día que escapamos!
Me levanto para correr, pero él saca una pistola de su sudadera para que no huya.
—¿Cómo no tenerte miedo? —le pregunto—. Ya no te conozco. Nunca te conocí de verdad con tantos secretos que te guardabas. Ni siquiera soy tu hijo, en primer lugar.
—Claro que eres mi hijo...
—¡Ya no mientas! Sé que fui adoptado... o más bien comprado. No hace mucho que conocí a mi madre biológica.
—Lo sé perfectamente, me enteré de todo, pero tú eres mi hijo, Kier. No te lo dije por protegerte. Por favor, no te haría daño.
—¿Y qué, la pistola da caricias? De seguro me hace cosquillas el corazón hasta que me muera de risa.
—Solo no quiero que escapes —asegura con voz suave, esa que usaba cada que me sentía mal—. Ya no estoy con los otros, los que me obligaron a perseguirlos. Estoy yo solo. Lo que quiero es llevarte conmigo de vuelta a casa, sano y salvo.
Baja la pistola. Regresa al árbol para sentarse entre sus raíces. Por estos motivos es que no puedo creerme que haya tenido que ver con lo sucedido con Willow. Él se escucha tan sincero, tan gentil, como un padre lo haría. Pero entre más pienso en él como un sol, las evidencias eclipsan su luz hasta dejarme de nuevo en las sombras.
—Estabas siguiendo a Willow días antes de que muriera —le digo, no de forma acusatoria. Vincent ignora mi mirada—. ¿Qué se supone que hacías? ¿Por qué discutieron?
![](https://img.wattpad.com/cover/314647919-288-k928114.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un Solo Camino ©
RandomKier Evanson era relativamente feliz con la vida que llevaba, siempre mostrando una personalidad risueña con sus padres, vecinos y novia. Pero la muerte de su hermana Willow volcará todo lo que creía saber de sí mismo y de su familia, especialmente...