Reigen y Ritsu regresaban juntos en el auto luego de atender un caso real. Hablaban poco, algo normal entre ellos aun cuando su relación había mejorado con el tiempo. Sin embargo, Reigen quiso aprovechar el momento para tocar el asunto de su conversación previa con Shou, sobre aquel deseo de Ritsu de tener un hijo, e introdujo el tema sin rodeos, a pesar de la obvia incomodidad del pelinegro.
—De manera que fuiste tu quien convenció a Shou de seguirme la corriente—dijo Ritsu sin mirar a Reigen.
—Yo no diría "convencerlo". Shou ya estaba más que convencido cuando fue a verme. Fue más... Como decirle el por qué tu idea no es una locura, después de todo.
—Shou dijo que nos tomáramos un tiempo.
—Eso sí lo dije yo—Reigen le echó un rápido vistazo para asegurarse que a Ritsu no le molestara a continuar con la plática—. Estaba dispuesto a salir a buscar un bebé ese mismo día. Le gusta mimarte—hizo una pausa—. Aunque, pensándolo bien, tu no eres caprichoso, ¿verdad?
Ritsu no quiso responder.
—He notado que no sueles pedirle lujos ni nada por el estilo. Por ejemplo, viven en un apartamento sencillo de bajo costo. Pero a Shou realmente le gusta mimarte. Me atrevería a decir que realmente desea complacerte en todo. No es como si no tuviera los recursos para hacerlo.
Ante esta declaración, Ritsu frunció el seño y desvió la mirada hacia la ventana lateral.
—No lo tomes a mal, Ritsu—buscó corregirse—. No estoy diciendo que te aproveches del dinero de Shou, tu no eres así. Te conozco bien. Me refiero a que le permitas darte gusto en algunas cosas.
Una pausa taciturna ocupó el auto que se encontraba detenido esperando a que cambiara la luz roja. Antes de retomar la marcha, Ritsu se animó a hablar sin quitar la vista del exterior.
—Las personas que rodean a Shou me ven como a un cazafortunas. Su mamá no opina igual y creo que a su abogado no le preocupa—se tomó un tiempo para continuar—. Sé que no debería importarme, pero no puedo evitarlo. Además—si giró hacia Reigen—, es posible que no lo sepas, pero es Shou quien cubre todos mis gastos y paga mi carrera universitaria.
Reigen le miró impactado.
—No... No lo sabía.
—Fue hace más de un año, cuando me gradué de la preparatoria. Mis padres nos reunieron a mi hermano y a mi porque sólo podían pagar la universidad de un hijo. Obviamente, mi hermano se sacrificó, sin siquiera pensarlo, argumentando que yo tenía más posibilidades en los estudios. No podía soportar que mi hermano tuviera que renunciar a su futuro por mi y lo único que se me ocurrió en ese momento fue llamar a Shou.
—Es normal querer recurrir a tu pareja en una situación así.
—Pero es diferente cuando tu pareja quiere resolver todo con dinero. Shou habló con mis padres y aprovechó el momento para pedirles que nos dejaran vivir juntos, que se haría cargo de mí y me pagaría la carrera. Así mi hermano podía seguir estudiando—dejó salir una exhalación—. Sé que en el fondo, para mi hermano es algo así como "estoy estudiando en la universidad gracias a mi cuñado".
Reigen no salía de su asombro.
—Mob nunca me mencionó nada al respecto.
—Eso ocurrió pocas semanas antes de que ustedes terminaran. Supongo que para entonces ya tenían problemas de comunicación.
El mayor arrugó la cara y mantuvo su concentración puesta en el camino. Luego de un breve silencio, tomó la palabra.
—Imagino que fue una de las razones que lo impulsó a irse... Cada vez me doy cuenta que Mob pasaba por mucho estrés...
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El hilo rojo del destino
FanfictionSegunda parte de "El significado de un beso". Cuatro años después de comenzar su relación, las cosas entre Reigen y Mob han cambiado mucho. Sin embargo, a donde sea que los lleve la vida, siempre acabarán encontrándose el uno con el otro, como si un...