Capítulo 30: Hora del té ~Reclamos~

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El agua hirvió. Tome buscó las hojas de té y lo preparó en silencio, sirviendo las dos tazas. Observó a Reigen sonreír de la nada una vez más. Suspiró en silencio.

El día anterior su inoportuna llegada había arruinado todo el plan que ella y Shou organizaran. Luego de que Mob se marchara, regresó a la oficina sólo para ser reprendida por involucrarse en ese tema. Ahora buscaba calmar los ánimos con su jefe, sirviéndole el té junto a la laptop. Reigen cerró el dispositivo observando como ella tomaba asiento frente a él.

—Te gusta Mob-kun.

—¿Y eso lo dedujiste después de ver lo de ayer?

—Así que no lo niegas—dio un sorbo al té—. Lo digo por muchas razones. Es muy obvio que ustedes aún sienten algo el uno por el otro.

—Ya te dije que no te involucres.

—¿Sabes, Reigen? Realmente, nadie te juzga por lo que sientes por Mob-kun. Al menos, no los que nos preocupamos por ti.

El mayor le observó con seriedad. Frente a él ya no estaba la misma chiquilla de preparatoria que le insistiera en darle trabajo. Ahora se encontraba una mujer adulta y madura, una amiga que cuidaba de él.

—No voy a negarlo. Aún amo a Mob.

—¿Y por qué no vuelves con él?

—Porque fue una decisión de Mob. Fue él quien quiso marcharse y es él quien debe decidir si quiere regresar. No puedo forzarlo a estar en una relación si el no lo desea.

Reigen bebió un sorbo de su té, quemándose la lengua mientras la joven bebía del suyo y lo observaba.

—Y si Mob decidiera volver contigo, ¿aceptarías?

Pero Reigen se negó a hablar por un largo rato. No era una respuesta de sí o no. Había demasiado qué pensar, heridas que sanar, malos recuerdos que olvidar.

—No es tan sencillo, Tome. Mob no ha hablado conmigo del tema. En verdad, sigo sin tener muy claras sus razones y así es difícil que yo pueda tomar una decisión simplemente guiado por mis sentimientos. Para nadie es un secreto que lo pasé bastante mal cuando Mob se fue.

La joven asintió, llevando la taza a sus labios. Humedeció su garganta con la bebida caliente, pensando que era hora de hacer aquella pregunta que le inquietaba.

—¿Por qué crees que Mob-kun se fue?

Y le miró expectante, recibiendo de vuelta una expresión muy severa. Conseguir que Reigen se abriera a hablar del tema era bastante difícil aun cuando había forjado una amistad cercana con el mayor. Sin embargo, esperaba que Reigen encontrara en esta conversación la oportunidad de no sólo desahogarse, sino de analizar sus propios pensamientos.

—Al principio creí que yo era el causante de todo—comenzó tras un sorbo de té—. Durante casi un mes me culpé de todo. Luego de pensarlo una y otra vez, no encontré nada que hubiera hecho para que Mob quisiera terminar conmigo. Me enojé con él y más cuando quise llamarlo y descubrí que había cambiado su número de teléfono.

—¿Nunca sospechaste de algo como lo de Nakamura-san?

—En realidad, llegué a pensar que se debía al problema que teníamos con nuestros vecinos. Sobre Nakamura, se suponía que Mob no sabía nada. Luego de lo que se habló aquí, yo lo busqué y lo confronté. Le pedí que olvidara el asunto y se alejara de ese sujeto.

El silencio y la atención de Tome lo invitaba a continuar.

—Aunque comienzo a estar de acuerdo con Ritsu de que hay algo más. Mob se mantiene alejado por alguna razón, por algo que aún no se ha resuelto...

El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora