Esta es la parte 2 del extra 3, asegúrate de haber leído la anterior .
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PARTE 2: La ceremonia del invierno╚═════════°∘❉∘°═════════╝
El bosque brillaba en preparación para la ceremonia del inicio del invierno. Una especie de escarcha gentil, cargada de magia feérica, cubría la vegetación, y la luz de la luna hacía parecer que las copas de los árboles, las flores y las plantas estaban espolvoreadas con polvo de diamante.
Las luces de las hadas más pequeñas se acumulaban alrededor de trípodes que sostenían cuencos con néctar y dulces feéricos. Además de Casio, Drustan era uno de los pocos humanos invitados, junto a Nora y Erika, y ninguno de los tres era capaz de contener el asombro ante el desfile de extrañas criaturas que llegaban desde tierra y aire para participar de la celebración. La única a la que conocían de antes era a Zuri, quien les había dado la bienvenida.
Sin poder aguantar la curiosidad, Drustan se agachó para examinar de cerca un hongo refulgente que emitía una suave melodía y dio vueltas alrededor de él, intentando entender de dónde venía el sonido. Su investigación se detuvo cuando el hongo abrió un par de ojos y lo miró con extrañeza.
—¡¿Qué es eso?! —gritó Drustan, y el susto lo hizo trastabillar hacia atrás, hasta caer sobre un matorral que resultó ser extrañamente blando.
—Cuidado, humano —dijo una voz gruesa, con cierto fastidio. Pertenecía a la planta más afectada por la caída de Drustan, cuyos tallos habían quedado aplastados bajo su peso.
—Ten paciencia —respondió otra de las plantas del matorral—. Es la primera vez que viene al bosque, Dion dijo que lo tratáramos bien.
Drustan se puso de pie de inmediato y contempló, estupefacto, cómo las plantas del matorral se acomodaban para recuperar su forma original.
—¡Las plantas hablan! —exclamó Drustan, dirigiéndose a Nora y Erika—. ¡Y antes, el hongo estaba cantando!
La que respondió no fue ninguna de ellas dos, sino Alhelí, a quien Drustan no podía ver en circunstancias normales. En el mundo de las hadas, sin embargo, su imagen era tan clara como la de todos los demás.
—¿Y qué tiene de raro? —dijo Alhelí, resoplando—. Todas las plantas hablan, afuera también. Que tú no las escuches es otra cosa.
—¿Cómo que todas...?
El pensamiento le resultaba un tanto aterrador a Drustan, en especial considerando que tenía plantas en su propia casa. ¿De qué hablarían? ¿Le guardarían rencor por las veces en que había olvidado regarlas? Al menos, desde que Arami vivía con él estaban mejor cuidadas que antes, pensó, y recordarlo hizo que se le encogiera un poco el corazón. Mirando al suelo, murmuró:
—Ojalá Arami estuviese aquí para ver esto también.
—Te había dicho que no sabía si llegaría a tiempo, ¿no? —preguntó Nora.
—Sí, pero dijo que lo intentaría. ¡Me preocupa!
—Quizás te dejó por pesado —intervino Alhelí.
—¡No seas mala!
La discusión se detuvo cuando todas las criaturas feéricas se callaron de repente y volvieron su atención hacia un gran arco adornado con flores y gemas que resplandecían. Ocupaba un lugar estelar en el claro de bosque donde se encontraban, justo entre dos frondosos árboles de hojas perennes.
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El príncipe de las hadas (completa)
Fantasy(LGBT+) Un joven rey invoca a un príncipe hada para realizar un ritual mágico que mejore su suerte. ¿Qué tan mal podrían salir las cosas cuando el amor surja entre ellos? Fantasía/aventura/romance. Ganadora de un par de premios en los Wattys 2021...