Capítulo 42: ADRIEL

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Cuando era niño solía pasarme las noches en vela hablando con mi padre sobre el futuro, sobre los sueños y todas esas cosas imposibles que tienes en la cabeza por la imaginación.

Recuerdo que una noche le dije que quería enamorarme de alguien y que ese alguien también me amara a mí, que fuera un amor bonito y correspondido.

Él se rio y me contesto que yo no podía decidir sobre quien enamorarme o si fuera recíproco, sino que el amor venía de repente y que no podría controlarlo.

Me pregunté cómo podía enamorarme de alguien sin quererlo y mientras crecí deseé sentir algo de amor, pero parecía que nunca llegaría hasta que ella apareció y entonces lo entendí, entendí las palabras de mi padre y escribí:

"En este juego llamado amor, el humano es el peón. El amor es quien nos elige y nos da la elección de mostrar nuestro afecto o esconderlo para siempre." 

Nuestras heridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora