Va a ser un desastre.
Ese pensamiento retumba en mi cabeza sin descanso mientras miro a la multitud en las gradas y las náuseas se hacen más fuertes, más frecuentes, y sé que esto va a acabar mal por mis múltiples fallos en los entrenamientos.
—Miley Wright —oigo mi nombre por los altavoces.
Me encojo sobre mí misma y salgo a la pista, un foco de luz me alumbra hasta que llego a la pista y el lugar se llena de aplausos.
Sé que todos esperan la mejor actuación de la noche.
Sé que todos tienen las esperanzas puestas en mí.
Sé que todos quieren que nuestro país vuelva a ganar el torneo gracias a mí.
Y sé que todos se van a llevar una decepción cuando me vean fallar, cuando lo arruine todo, cuando fracase...
Las primeras notas de su canción suenan por los altavoces, pero me quedo petrificada cuando oigo su voz ronca cantando nuestra historia y los abucheos del público no se hacen esperar como mis lágrimas.
No puedo hacerlo.
Bajo la mirada a mis patines y aprieto los puños a mis costados con fuerza, con frustración e impotencia. Cierro los ojos y deseo desaparecer, salir de este lugar y escapar de una vez por todas...
Entonces el ruido acaba y se oye como alguien se desliza sobre el hielo, pero no son unos patines los que veo en frente de los míos sino unas zapatillas de calle. Luego noto como alguien me toca la barbilla y me hace mirarle, me hace ver esos ojos que tanto extrañé...
—Justo a tiempo, ¿no crees?
Abro la boca sin poder imaginar que este aquí, a mi lado, con su máscara puesta y una sonrisa ladeada.
—¿Qué...?
—Haz alguna de esas piruetas y gana el torneo, peque.
—N-no puedo.
—Sí que puedes y voy a ayudarte, ¿vale?
Asiento con la cabeza sin poder asumir que este aquí...
Unpleasant se separa de mí y se aleja con cuidado para no caer, luego al salir de la pista un hombre le da un micrófono y hace una señal. Entonces la música empieza a sonar y distingo la entrada de "It hurts me when you are not by my side".
—It was night and you were wearing that starry dress, I didn't tell you but you were beautiful —canta Adriel mientras la multitud enciende las linternas de sus teléfonos y hacen como una noche estrellada que me hace sonreír, me llevo la mano al pecho y doy una vuelta sobre mí misma al verlo, al sentir como todos se involucran...
Trago saliva al tiempo que me muevo y empiezo a deslizarme por la pista hasta coger rapidez, y me atrevo a hacer algunas piruetas y saltos mientras la voz de Adriel me llega al corazón.
—You came to make me good, you came to save me and I'll be goof for you —continúa cantando llegando al final de la canción y entonces me atrevo a hacer el axel de cuatro giros, el paso más complicado de patinaje.
Primero patino hacia atrás y hago un cambio de sentido, cojo impulso y me elevo en el aire haciendo un giro de una vuelta y media para caer sobre mi pierna derecha con un poco de torpeza, pero mantengo el equilibrio y doy la última vuelta hasta parar.
—You deserve everything good, my star —termina Adriel y nuestras miradas se encuentran mientras todo el mundo grita entre aplausos, pero no los oigo. Solo me centro en el hombre que tengo a unos cuantos metros de distancia y nos miramos como si nada hubiera pasado, como si nunca hubiéramos roto...
Trago saliva una vez más y entonces habla dirigiéndose al jurado.
—Antes de que digan el ganador, me gustaría decir algo.
—Adelante —contesta la portavoz.
Adriel fija su mirada en mí y siento como mi corazón se acelera, como las mariposas de mi estómago revolotean...
—Miley —me llama con una sonrisa—. Sé que han pasado tres meses y que ya debería haberte olvidado como te dije, pero te mentí porque no paro de pensarte. También sé que este no es lugar más apropiado para declararme, pero he cogido un avión solo para verte patinar así que... —se muerde el labio y mira a nuestro alrededor—. Lo haré aquí mismo, aunque esto sea un torneo.
Una risa tonta se me escapa y me acerco hacia él mientras sigue hablando, mientras sigue diciendo aquello que una vez se calló.
—Te lo dije una vez en la casa de campo, pero no me entendiste y te lo digo ahora —dice delante de miles de personas—. Ich liebe dich, Miley, que significa...
—Te quiero—le interrumpo y él me sonríe.
Llego hasta él y me coge de la mano, nervioso y me ayuda a salir de la pista. Quedamos cara y por primera vez no tengo que elevar la cabeza para mirarle gracias a mis patines.
—Me llamaste la atención en esa fiesta y mírame ahora —se ríe de sí mismo—. Mira como he cancelado todo para coger un vuelo desde New York porque soy incapaz de sacarte de mi cabeza, porque estoy perdidamente enamorado de ti y no quiero ocultarlo nunca más.
—Yo... —intento decir algo, pero las palabras no me salen.
—Así que, qué me dices... —añade—. ¿Nos damos otra oportunidad?
Asiento con la cabeza y le abrazo con fuerza mientras la gente aplaude por lo que acaban de presenciar, pero ellos no me importan, no cuando él está aquí y se ha declarado delante de millones de personas.
—Te quiero, Adriel —le susurro en el oído antes de que aplaste su boca contra la mía y después de tres meses, siento que estoy en casa...
★★★
Ha pasado una semana desde que Adriel se presentó en el torneo y se declaró delante de todo el mundo, una semana desde que nos dimos otra oportunidad, una semana desde que todo está bien.
—¿Qué estás haciendo?
Mi novio se gira hacia mí y me dedica una gran sonrisa.
—Componer.
Me acerco a él y me siento en el suelo del salón, a su lado.
—¿Puedo?
E intento ver algo de lo que ha escrito en su libreta, pero él la aparta.
—Ni de coña, peque —me dice dándome un beso en la mejilla y cerrando su libreta—. Te la mostraré cuando la termine.
—Vale, pero al menos dime de que va.
—De ti —responde sin pensárselo—. Siempre van sobre ti.
Le sonrío sin saber que responderle y me limito a mirar como deja la libreta encima del sofá para luego mirarme con atención, como si fuera la persona más hermosa del mundo.
—Meine liebe —dice en su idioma y sonrío al saber que significa, ya que lleva toda la semana llamándome así.
—Dime.
—Nada, solo te miro.
Siento como me sonrojo y le doy un golpe en el brazo para que pare, pero solo consigo que se ría hasta que hago el ademán de levantarme y él se calla para agarrarme de la cintura, y así detenerme.
—Tú te quedas aquí —susurra y me da un beso en los labios.
—¿Y si me voy?
—Iré a buscarte, siempre iré.
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Nuestras heridas
Fiksi Remaja✯PRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA NUESTRO ✿ Adriel fue a aquella fiesta por su amigo, pero nunca pensó que esa castaña se cruzaría en su camino. Ella tan solo quería divertirse, pero acabo conociendo a aquel que le pondría su mundo patas arriba. Había alg...