🥀 Yo Soy Tu Mami 🥀. 🥀 Yoonmin 🥀

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--Mami, pero yo no me quiero ir. --sollozaba la pequeña nena.

Después de recibir la llamada de su suegra, tuvo que dejar su tarde llena de pasión y lujuria para otro día, debía acatar la orden de la furiosa mujer.

Los planes se habían adelantado y ella no entiende que fue lo que sucedió. Sin replicar tomo las llaves de su auto y se dirigió a la casa, aún era hora que la pequeña estuviera ahí.

--Tiene que venir conmigo, papi nos quiere separar --respondió fingiendo tristeza acomodando el mechón negro tras la oreja de la nena.

La niña lloraba, mientras metía sus muñequitas a su equipaje y algo de ropa, no sabía que metía en ella. Y Rose tampoco se fijaba en ello. Le interesaba más por terminar y salir de la casa antes de que Yoongi llegará.

--Ven ya no eches más, cuando lleguemos a nuestro nuevo hogar te compraré más ropita, mi pequeña.

Rose por alguna extraña razón no sentía afecto hacia la niña, nunca ah sentido ese amor inmenso de que una madre debería de tener en su corazón. Ella solo la veía como una miña particular, pero no como una hija.

Tomo la pequeña maleta rosa, a la niña y salió como alma que lleva el diablo.

--¿A dónde iremos mami? --pregunto bostezando, sus ojitos estaban rojitos no deja de llorar, ella quería a su papito gatito.

Su mami, no era buena con ella. Esos jalones de cabello, pellizcos y golpes que le daba no era de cariños.

Eso lo aprendió de su tío tete, el muchas veces le dijo que mami no era buena cuando hacía esas cosas, y ella le creía pues no tenía ningún recuerdo bonito de que su madre alguna vez le haya dicho un te quiero, te amo.

--Ya verás..... es un lugar bonito.

Ella solo esperaba que el lugar estuviera limpio y desocupado.

La pequeña hipea y asiente. En la bolsita de su suéter apreta con fuerza un pequeño papelito.

Debía usarlo cuando estuviera sola, o se sintiera en peligro. Y ahorita ella quiere a su papito. Porque se siente solita al lado de su mamá.

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Las voces que se oían a lo lejos, lo desconciertan, eran muy conocidas para él, al menos dos de ellas.

Vio a su alrededor, reconociendo de inmediato el lugar. Apretó con fuerza sus ojos pequeños gatunos, cuando un dolor punzante se cruzó en cabeza.

Llevo sus manos a ella y frunció el ceño cuando sintió una tela en ella, soltando quejidos de dolor se sentó en el sofá, y apretó su cabeza con fuerza.

Demonios, que le había pasado. --de pregunta.

Las voces se escuchan un poco más cerca y ahí supo de quienes eran las voces.

¿Hoseok... Y.... JiMin?

¿que demonios hacían ellos juntos en su apartamento?

Sintiendo la sangre hervir por sus evidentes celos que el no se niega a sentir. Se levanta de golpe ganándose un mareo.

--Oye... Te caerás --sintió unas manos tomar su brazo y la voz de su amigo más cerca.