El día anterior había entrado la primera, los pequeños capullos de las plantas empezaba a brotar al igual que la de los árboles más grandes, esos hermosos colores que se veían le alegraba el día, otros árboles tenían su hermoso color verde, las hojas tiernas se vean tan brillantes y suaves, el paisaje en si era completamente hermoso.
La temperatura era un poco calurosa, pero el viento húmedo podía sentir la suave brisa golpear sus hermosas mejillas rojas debido ala calidez del clima, su cabello se ondea con el viento, las raíces de su verdadero color se notaban ya, pero eso a él no le opacaba su belleza etérea, podrá estar Gordo como algunas veces le dice su madre cuando llega con aquel fuerte olor a alcohol, pero eso era algo que a él ya no le afectaba del todo.
No iba a negar que a principio si le dolía, se veía al espejo por pequeños segundos y luego lo volvía a tapar con la pequeña sabana que le echo encima, estaba creando un cuadro de ansiedad por su peso.
Pero hubo alguien que le dijo que todo lo que escuchaba era una completa mierda, el estaba hermoso, no era gordura lo que tenía en su peso, que no le hiciera caso alas palabras necias e hirientes de su progenitora.
Había empezado a creer todo lo que le decía, porque su ropa ya no que le quedaba, sus pantalones a duras penas llegaban a tapar sus hermosos glúteos, por tener sus piernas un poco más gorditas sus pantalones casi no subían.
Aún recuerda cuando llego al mes seis de su embarazo y su pantalón favorito ya no le pasaba de las piernas con enojo y haciendo puño sus pequeñas manitos, aventó al suelo con una pequeña rabieta la prenda de vestir.
Ahora lo que utiliza más en el dia son aquellas enormes camisas blancas que eran de su ex, las portaba gracias a su gran y único mejor amigo tae, él siempre llega luego de salir de su universidad, a visitarlo algunas veces le lleva algún que otro antojo.
No había querido aceptar la prenda el día que su amigo la saco de su mochila.
-- Te traje algo Minnie -- hablo con una sonrisa hermosa.
-- ¿Que es?, Más mochis -- chillo alegre con dus mejillas llenas de mochis, eran dos cajitas las que se había terminado en menos de una hora.
No lo culpen, estar en embarazo conlleva a tener mucha hambre, comer de todo y ala vez nada.
-- No.. algo mejor -- y de su pequeña mochila negra de cuero con el logo de Gucci, saco una camisa blanca.
JiMin abrió en demasía sus ojitos mieles, sabía de quien era esa prenda, la podía reconocer a lo lejos de ser posible, y ese aroma.
Dios!! Ese aroma era tan delicioso para sus pequeñas fosas nasales, si corazón de agitó con fuerza y si cuerpo tuvo una pequeña descarga eléctrica.
Pero de inmediato besa alegría callo, a su mente llegó la negación de aceptarlo, no podía, ¿como?.
El necesitaba olvidar a ese chico, el recordarlo siempre y que el acepte esa prenda de el, sería tan desastroso para su pobre corazón.
Negando alejó la prenda de su vista.
-- No puedo taetae, yo... -- balbuceo -- necesito olvidarlo, será difícil, -- dijo con voz quebrada y tocando su gran vientre -- más cuando tengo algo de él, que me hará recordarlo por siempre y para siempre -- soltó un sollozo.
Taehyung se sentía mal, el no lo había hecho para hacerlo sentir mal, el lo hacía para que el estuviese bien, el que le dijera que habían noches que no dormía que tenía insomnio, le disgustaba.
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🥀 Yo Soy Tu Mami 🥀. 🥀 Yoonmin 🥀
Hayran KurguLuego de un supuesto engaño... Park JiMin se va de su país con el corazón roto y sus manos vacías. Al pasar cinco años regresa a la ciudad, siendo un profesional, y uno de los mejores maestros de danza contemporánea. Logrando así uno de sus sueños...