La pérdida de un hijo es un dolor indescriptible, te sientes morir, no puedes explicarte cómo puede albergar en tu ser tanto dolor, y como puedes si quiera aguantarlo.
La necesidad de morir y que ya nada te importa en la vida es el primer pensamiento que se te cruza a la mente, lo primero que haces es odiar la vida, culpar a Dios por hacerte sufrír.
Le gritas ¿que has hecho para merecer esto?, que ¿cual es pago que estás pagando?, ¿Porque a ti?.
Entras en momento de abnegación, aseguras que todo es un sueño del cual en cualquier momento vas a despertar, que es una maldita broma del destino.
Pataleas, intentas escapar para ver con tus propios ojos si lo que te dijeron es verdad, gritas, lloras, te desvaneces y le pides a la persona que te acompaña que te jure que no es cierto.
Luego empiezas a buscar culpables, y para su propia desgracia es único culpable aquí es el mismo, se culpa por haber sido responsable en fijarse al cruzar la calle, culpable por no cuidarse más, culpable por no proteger a su hermoso retoño, ese ser indefenso que ahora no esta en sus brazos como debería.
Eso mismo le pasó a JiMin, sintió su mundo derrumbarse ante las palabras dichas por el doctor, el se hizo creer por un breve momento que lo, que le hacían era una maldita broma.
Creía que era alguna broma hecha por su madre, pero no fue así, su madre si quiera había ido a verlo.
El único que estaba ahí con el era su amigo inseparable, Taehyung, el que no se ha apartado de el, ni un solo momento, el que le susurra palabras de aliento y el que intenta animarlo.
Lloro más que nunca, grandes sollozos de dolor salían de sus hermosos labios, ni siquiera podía moverse, su pierna estaba fracturada.
Hasta poco después se dio cuenta de la gravedad del asunto, ahora no siquiera va poder bailar, su vida estaba echada a perder por completo.
-- No, Taehyung, ¿porque a mi? -- dijo dolido abrazado al pecho del castaño.
-- Mochi, cariño -- le hablo al oído -- no puedo decirte el porque, pero a veces el destino se empeñan en dañar a los más buenos -- susurró.
-- necesito verla -- pidió.
-- no se, sí, se pueda -- negó.
-- ve y dile que la quiero ver, despedirme de ella, por favor -- rogó levantando su mirada y conectando sus ojos tristes con los de su amigo -- es mi niña, tienen que dejarme despedirme de ella --.
El más alto lo pensó un poco y a decir verdad si pueden dejarlo verla despedirse de ella y darle una cristiana sepultura.
-- iré a decirle a mi papi -- le informo para luego levantarse de la camilla y darle un beso en la mejilla -- espérame, no te muevas puedes dañar más tu pierna si lo haces -- le comentó.
JiMin solo asintió y se removió un poco buscando una mejor posición para descansar o al menos hacerlo, en esos momentos cerrar los ojos para el va ser una pesadilla, cada que lo hace se encuentra ahí siendo arrollado por ese vehículo y luego cuando despertar se ve ahí en ese lugar, sintiéndose vacío por dentro y al igual que por fuera.
Otra vez comenzó a sollozar, está vez más bajito sin que nadie le escuchase.
-- perdón mi pequeña MinGi, no fui un buen padre, ni siquiera pude protegerte desde mi vientre -- llevo sus manos a su estimado y vientre vacío.
Ya no había ninguna protuberancia tan grande, ya no iba a sentir esas pequeñas pataditas mañaneras, esos pequeños movimientos que le recordaba que ahí se encontraba el gran amor de su vida, el fruto de se ese inmenso amor que aún sentía por el pálido.
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🥀 Yo Soy Tu Mami 🥀. 🥀 Yoonmin 🥀
FanfictionLuego de un supuesto engaño... Park JiMin se va de su país con el corazón roto y sus manos vacías. Al pasar cinco años regresa a la ciudad, siendo un profesional, y uno de los mejores maestros de danza contemporánea. Logrando así uno de sus sueños...