Valerie Sand, una chica que nunca tenía las agallas suficientes para convertirse en quien realmente quería ser.
Zyan Price, un apasionado guitarrista que siempre que comenzaba a escribir una canción, no era capaz de terminarla.
Y una pregunta, tan...
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VALERIE SAND
El rubio a mi lado puso los ojos en blanco, mientras que yo solo me quedé paralizada en mi lugar, queriendo entender a qué se refería exactamente Buffy con un comentario como ese.
¿Mi mayor y nueva pesadilla? ¿Había oído bien aquel murmullo? ¿Era acaso una especie de broma que todos a mi alrededor entendían menos yo?
—Valerie, ella es mi hermana Ash —dijo Jaxon señalando a la rubia que aún no podía despegar su mirada de mí—. Ash, ella es Valerie. Mi cita.
Ashley elevó una ceja, sin embargo, me ofreció una gran sonrisa.
—Bienvenida, Valerie. Por favor, siéntate.
Jaxon se sentó primero y yo lo hice justo a su lado. Sentí que podía respirar con más normalidad cuando las personas junto a mí se pusieron a hablar de trivialidades y la atención ya no estaba en nuestra llegada. Sobre todo en mi persona.
Crucé un par de miradas con la hermana de Jaxon. No me había contado de ella antes. Más bien, no me había hablado de su familia en absoluto. Ahora caía en la cuenta de que no sabía casi nada sobre él. En nuestras citas solo hablábamos de ciertas cosas insignificantes y de música, además de besarnos la mayor parte del tiempo y tener sexo. Porque sí, Jaxon y yo ya nos habíamos acostado. Me había sentido bastante tímida y nerviosa, a pesar de que no era la primera vez que lo hacía. Ya había tenido relaciones antes, con un idiota de mi instituto. De todos modos, Jaxon actuó bastante bien conmigo para hacerme sentir cómoda. Había estado muy bien.
«Solo te faltó el orgasmo, Valerie».
También estaba ese detalle, no fue lo que esperaba ya que Jaxon lo hizo antes que yo y recibió una llamada para ir a ensayar.
Sin embargo y volviendo al tema anterior, era casi un extraño y apenas me percataba de ello. Sí recordaba haber hecho alguna que otra pregunta para saber más de la persona con la que estaba saliendo, pero evadía bastante todo lo que tuviera que ver con él.
Me pregunté mentalmente por qué me presentaba a su círculo social íntimo si antes no había querido compartir un poco de información conmigo. Era extraño.
«No pienses en eso justo ahora. No es momento de analizar y sobrepensar».
Jaxon posó su mirada en mí.
—¿Quieres algo para beber?
—Una cerveza está bien.
Él solo asintió e hizo un gesto para llamar a un tipo vestido de mesero, o algo parecido. Éste se acercó y anotó todo lo que la “secta” le había solicitado. Fue en cuestión de unos, desde mi perspectiva, largos diez minutos que volvió a aparecer por la zona VIP, con una bandeja que traía encima nuestras bebidas. Todos habían pedido cócteles, incluso algunos que no conocía, mientras que yo solo había pedido una simple cerveza. O eso creí, ya que Jaxon me extendió una botella de cerveza.
