Valerie Sand, una chica que nunca tenía las agallas suficientes para convertirse en quien realmente quería ser.
Zyan Price, un apasionado guitarrista que siempre que comenzaba a escribir una canción, no era capaz de terminarla.
Y una pregunta, tan...
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(Recomiendo escuchar la canción al mismo tiempo que Zyan y Valerie para una mejor experiencia)
ZYAN PRICE
Ashley soltaba pequeñas risitas pícaras mientras depositaba cortos besos en mi cuello. Se había aferrado a mí con firmeza como un koala, en un intento de no dejarme ir.
—Se me hace tarde —comenté, también riendo ante las cosquillas que me provocaban sus besos.
—¿A dónde tienes que irte que es tan importante? Quería que cenáramos juntos.
—Ya había planeado ir a cenar con Valerie, probablemente esté esperándome —contesté.
Ashley se alejó abruptamente y me ofreció una sonrisa a boca cerrada.
—Oh, entiendo. No te preocupes.
—Podemos cenar mañana.
—Por supuesto —respondió mientras caminaba por mi habitación.
Se detuvo frente a una foto de Levi, Blake y yo cantando en el escenario de Melomania Bar. La foto se encontraba sobre la pequeña mesa de luz que estaba a un lado de mi cama.
—¿Por qué se llaman “Midnight Moments”? —preguntó con interés.
Miré la foto también antes de sonreír.
—Tiene mucho que ver con los planes que tengo ahora. Cada miércoles, me junto con Valerie en el techo del edificio a cenar y ver la ciudad mientras charlamos de cualquier cosa —expliqué con una sonrisa plasmada en el rostro—. Llegada la medianoche, llega el mejor momento de todos; uno de los dos, por turnos, elegimos una canción para oírla mientras miramos las estrellas.
»Sé que suena un poco tonto quizás, pero es una tradición que tenemos desde niños. Solo que en esas épocas lo hacíamos desde la habitación de Valerie ya que por nada en el mundo nos dejaban subir al techo solos.
Ashley asintió lentamente y chasqueó la lengua antes de hablar—: ¿Blake y Levi no tuvieron ningún problema en elegir ese nombre? Digo, ya que no tiene mucho que ver con ellos.
—Bueno, eso tiene una explicación. La idea de formar una banda fue principalmente mía y fui quien los impulsó a animarse a hacerlo. Luego de nuestra primera presentación en el bar, ellos estaban tan felices con el resultado que me dijeron que yo debía elegir el nombre. Decidí usar mi momento preferido para ello. De ahí nace Midnight Moments.
—Qué bueno. —Acomodó su cabello sin quitar la mirada de mí—. ¿Mañana puedo ir a verte al bar? Siempre que salgo del gimnasio no tengo nada para hacer y puedo hacerte compañía.
