Severus tenía demasiados años de experiencia consiguiendo información, al principio lo hacía para Voldemort, luego para Dumbledore, así olvidando la promesa que había hecho al inicio.
Le prometió a su mejor amiga que cuidaría de su hijo, que nada le pasaría y ahora el chico se estaba fugando con unas personas que "querían cuidarlo", si claro, seguramente eran ex mortifagos amargados o tal vez algún mago loco quería hacer un ritual con Harry Potter como sacrificio.
Llegó a cierto callejón de Londres muggle y entró ahí, había gente indigente, demasiada, pero Severus solo iba a ver a una persona.
Caminó hasta el final del camino en donde se hallaba una mini casa construida con laminas de acero y demás cosas, entró y se sentó en frente de una señora de avanzada edad.
—Severus Snape, tiempo sin verte—. Dijo ella mientras soltaba el humo que había inhalado de la pipa.Severus la miró con indiferencia.—Louis Black, de verdad que han pasado varios años, pero no he venido aquí para ponernos al corriente y saber cómo te ha tratado la vida—.
Ella rió y dejó la pipa a un lado para luego sentarse recta mirando fijamente al hombre frente a ella.
—¿Qué quieres, Snape?—.—Hablemos claro, hace años te hice un favor y necesito que me lo regreses ahora— Dijo Severus.
La recordaba como si todo hubiese ocurrido ayer.
Louis Black, la conoció en su temporada de Hogwarts, ella era una squip muy particular, no tenía mágia como tal, pero tenía una habilidad que nadie en la familia Black tenía, podía verlo todo.Severus la conoció cuando vagaba por el mundo muggle buscando a su padre alcoholico, gritaba el nombre de su padre esperando a que este respondiera, pero en eso una voz lo había detenido en su busquedad.
—Tobias Snape, está a dos calles de aquí tirado en la acera—.
Volteó a ver a la chica que se abrigaba a sí misma con una frasada muy delgada y desgastada.
Severus en su aguda mente sabía que noe ra posible que ella lo conociera, tal vez sí, pero a la vez no, así que se acercó a ella mirándola como si se tratara del mismo demonios.
—¿Quién eres y cómo sabes de mi padre?—.Ella quue había estado mirando todo el tiempo al suelo, levantó su mirada a Severus y sonrió.
—Es un gusto, soy Louis Black, tu eres Severus Snape, nacido el 9 de enero de 1960, tu madre murió hace poco y tu padre no sirve para nada en pocas palabras—.Severus quedó atónito al escuchar toda la información que ella había soltado.
—¿Cómo sabes tu todo eso?—, Buscó su varita rápidamente.Luois rió entre dientes.
—Yo lo sé todo Severus snape, el pasado, el presente y el futuro—.y como dicen siempre, el resto fue historia, pero el favor que Louis le debía a severus era más grande de lo que cualquiera se hubiese podido imaginar..
Él la ayudó a vengarse de la familia Black por echarla al mundo muggle a su suerte, le ayudó a recuperar miles y miles de galeones que la madre de sirius black había robado de la rama familiar a la que pertenecía Louis, luego ambos tomaron caminos distintos y ella contruyó su imperio de adivinos, squibs que como ella habían sido desterrados de sus casas, los entrena y los manda al mundo a vivir sus vidas.
En custión de un segundo, Severus parpadeó y cuando abrió los ojos, frente a él ya no estaba la colchoneta vieja y usada o las paredes de laminas de acero.
Frente a él había un recibidor de visitas muy distinguido, un lujo como lo llamaría.
—¿Cuál sería ese favor?—.La vieja anciana ya no estaba, solo una mujer elegante de avanzada edad, pero no maltratada, sino fina.
—Harry Potter a desaparecido, pero en una carta que dejó menciona a ...