Capítulo 52

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Sam se detuvo cuando Paul le indicó, se dividieron en grupos mixtos y se dispersaron por la zona.
El olor rodeaba todo el claro del bosque, sin embargo, gracias a los árboles y arbustos que rodeaban el claro no podían confirmar si había alguien en esa zona.
—Están ahi, oigo sus pensamientos, no saben que estamos aquí —Comenzó Edward —, pero no los puedo ver.

Jared que iba con Edward se adelantó un poco y el olor se hizo más fuerte, pero no había nadie.

—¿Qué hacemos? —Preguntó Sam a Edward mientras se ponía a su lado.

—Debemos volver con un mago, tal vez sea un hechizo que los hace invisibles, pero están ahí.

Carlisle se acercó a su hijo—,Ve a casa y llama a Sirius, tal vez él pueda enviar a alguien.

Edward Asintió y salió corriendo de ahí en compañía de Alice por si alguien los atacaba en el bosque.
Las cosas en el bosque estaban bastante tranquilas, demasiado para preocupar a Edward y había disminuido la abundancia en animales para cazar, logicamente algo no iba bien.
Llegaron a casa rápidamente y Edward marcó a la casa de Sirius.
—Casa Black-Lupin ¿Quién es?.

—Sirius, soy Edward.

—Hola, ¿pasa algo?.

—Sé que es tu noche con Harry, pero ¿Podrías venir?.

Hubo un silencio por unos segundos —No, no puedo ir, pero enviaré a alguien a tu casa, así que quédate ahi —Y colgó.

Edward jamás pensó que sirius fuese a negarse a alguna petición, pero era lógico que lo haría, después de todo era la noche con su ahijado.
Mientras esperaba a la persona enviada por Sirius, se puso a pensar en todas las cosas que habían pasado últimamente, Harry había traído muchas alegrías a la familia, muchos problemas definitivamente, pero no era nada que no pudieran enfrentar juntos.

Pensó inevitablemente en la unión que compartían Harry y Carlisle, el vampiro le llevaba siglos a Harry y había experimentado su vida a sus anchas, Harry apenas era un niño muy travieso que se metía en problemas, tenía curiosidad por el mundo y le faltaba demasiado por vivir, esa no era la mejor combinación.
Sabía del plan de su hermana sobre vivir en otra casa junto a Emmet y harry, sería algo doloroso ya que se habia acostumbrado a la presencia del chico constantemente y además también se irían 2 de sus hermanos, tal vez estaba exagerando demasiado, después de todo no irían tan lejos, pero extrañaría sacar a Harry de sus aprietos constantes.

Un pequeño estallido se escuchó afuera y ambos hermanos salieron a verificar.
En su patio trasero se encontraba un hombre alto, pelirrojo, con una cicatriz en su cara, pero sin duda apuesto.
—Ustedes deben ser la familia Cullen, es un gusto conocerlos, me llamo Bill Weasley, soy conocido de Sirius, me dijo que necesitaban ayuda.

Edward salió de su asombro—Si, tenemos una situación con magos peligrosos.

—Entiendo, se refieren a los mortifagos, vamos y veré su puedo ayudarlos—Alice le ofreció su mano a Bill para llevarlo —,No se preocupe, ustedes sigan, yo apareceré.

Los hermanos corrieron a través del bosque hasta el claro, pronto Bill Weasley apareció a su lado.
Los lobos se pusieron en guardia ante la nueva presencia, pero Edward los calmó—,Se trata de un aliado, está aqui de parte de Sirius.

Bill tenía su varita en mano apretada y veía fijamente hacía el claro, había detectado la barrera.
Se acercó a inspeccionar y lanzó un par de hechizos que le confirmaron sobre las barreras.
—Si, son encantamientos de protección, pero eso lo soluciono de inmediato, pero deben alejarse un poco.

La manada miró a Edward y este asintió, Vampiros y Lobos retrocedieron un poco dejando a Bill trabajar.

El mago pronunció un par de palabras que los demás no entendieron y apuntó en varias direcciónes rodeando el claro.
Al principio todos pensaron que el mago simplemente se había equivocado, pero en cuanto pasaron unos minutos empezaron a notar como una capa transparente se iba evaporando en el aire y en solo segundos vieron dos carpas de acampar que antes no habian visto.

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